Con el uso de uno de los helicópteros que dispone la administración estatal, se salvó la vida tanto de un bebé como de su mamá, una mujer de Acatlán de Osorio, quien sufrió una preclampsia severa, por lo que necesitaba un traslado rápido, eficiente para que fuera atendida en el Hospital de la Mujer de Puebla, de la Secretaría de Salud estatal. Esto, por supuesto, no hubiese sucedido en el pasado reciente, cuando las unidades eran utilizadas para la presunción, el ego y la faramalla, como llevar una pasta de un hotel a Casa Puebla. De ese tamaño era la egolatría. O también se usaba para pasear a actrices, amigos, amigas, compadres y comadres.
Es cuanto.
Persiste la violencia en el fútbol
Como un reflejo demoniaco del país, el fútbol cada vez es más violento, pero en las gradas. Cuando debería ser un espectáculo familiar, hay algunos imbéciles que sólo acuden a buscar pelea, a sacar lo más grotesco de su ego, sus frustraciones y traumas de la infancia. Cosa que los que asisten no tienen culpa alguna. Por eso, la forma en que las redes sociales exhibieron a Raúl Uriel Silva Figueroa, el aficionado de las Águilas del América, que agredió a una mujer y a otro joven en el estadio de los Pumas de la UNAM, es la respuesta a un sujeto violento, a falta de una justicia pronta y expedita. ¿Lo malo? Es un jugador de fútbol americano, de los Burros Blancos del Poli. Denle un abrazo, porque se ve que lo único que conoce es la violencia. Otra vez, las redes se volvieron juzgado y emitieron sentencia.
Es cuanto.
¡BASTA DE VIOLENCIA!
— PUMAS.CU.FANBASE (@PUMASCUfanbase) February 24, 2025
Raúl Uriel Silva Figueroa. El aficionado de América @ClubAmerica que agredió a una aficionada y un aficionado de Pumas @PumasMX es jugador de @BurrosBlancos @IPNmx #ONEFA@ArturoReyesS_ @FMF
@FGRMexico @c4jimenez pic.twitter.com/gRtuc83JUI
