En un contexto de temporada electoral en Estados Unidos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como propaganda política la reciente aprobación de un juicio político contra Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, por parte de la Cámara de Representantes estadounidense.
López Obrador argumentó que esta acción es una exageración motivada por intereses políticos, enfatizando que Mayorkas no es culpable de las acusaciones en su contra.
“Hay que entender que estamos en campaña o en temporada de campaña en Estados Unidos y en México, se exageran las cosas. Ayer de manera injusta, pero por cuestiones politiqueras se está queriendo desaforar, enjuiciar a Mayorkas, aprobaron el juicio político en la Cámara de Representantes, pero falta el Senado, pero eso es propaganda, porque él no tiene la culpa”, señaló.
La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó llevar a juicio político a Mayorkas por su gestión en la frontera con México, acusándolo de "violación de la confianza pública" y de no cumplir sistemáticamente con la ley.
Esta decisión ha sido cuestionada por López Obrador, quien ha sugerido que, en lugar de enfocarse en acciones punitivas, Estados Unidos debería considerar apoyar a los países de Centroamérica y el Caribe para abordar las causas subyacentes de la migración.
La votación histórica en la Cámara de Representantes, que contó con el respaldo de los republicanos, marca la primera vez en 150 años que se intenta destituir a un miembro del gabinete estadounidense.
Los republicanos argumentaron que Mayorkas no ha sido capaz de contener adecuadamente la migración, citando cifras de arrestos en la frontera como evidencia de su fracaso en hacer cumplir la ley migratoria.
A pesar de la aprobación en la Cámara de Representantes, es poco probable que el juicio político prospere, ya que el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, probablemente no respaldará la destitución de Mayorkas.
Sin embargo, este episodio destaca las tensiones políticas en torno a la política migratoria en Estados Unidos, con críticas hacia la administración de Joe Biden por su manejo de la situación en la frontera y el llamado a aumentar la contención de la misma.
La defensa de Mayorkas por parte del presidente y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) resalta la polarización política en torno a este tema, con acusaciones de motivaciones partidistas por parte de los republicanos y rechazo de la legitimidad de los cargos por parte de los demócratas.
A medida que este caso avance, se espera que continúen los debates sobre la política migratoria en Estados Unidos y su impacto en la relación con México.
