Los dos partidos que formaron una alianza de facto para derrotar a la Cuarta Transformación, el PRI y el PAN, ya se deslindaron del presunto consultor en materia de seguridad. Si un personaje de la picaresca poblana como Néstor Camarillo, senador plurinominal, te critica con razón, es tiempo de agarrar las maletas, retirarse a sus habitaciones y dedicarse a cuidar a los hijos, nietos, perrhijos o gathijos, o de plano, esperar a cumplir la edad para recibir la pensión de AMLO. Pero si esto no fuera suficiente, dos morenovallistas de cepa como Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta Villegas, a la sazón dirigentes del blanquiazul, oficializaron su deslinde del excolaborador del sentenciado por narcotráfico Genaro García Luna. Obvio, hablamos de aliados políticos, porque puede tenerlos en las catacumbas del estado, pero públicamente estos rechazos pegan en la credibilidad… Si es que tenía alguna.
Es cuanto.
Escisión en el PAN
No conforme con ser una oposición alicaída, Acción Nacional en Puebla acaba de tener una ruptura de proporciones insospechadas. El ala yunquista no seguirá el liderazgo del Comité Directivo Estatal que fue electo en diciembre pasado. Quien encabeza a este grupo es el excandidato a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, con su esposa, la diputada federal, Liliana Ortiz; el regidor Carlos Montiel Solana y otros panistas más. Es decir, es una directriz que viene del Comité Ejecutivo Nacional, donde despachan el propio Rivera y Jorge Romero. Se vienen tiempos complicados para el PAN; parece que están preparando su salida a otros derroteros, tal vez de color de rosa.
Es cuanto.
📣 Los separatistas de El Yunque instalan su propio sistema #PAN, sin coordinación con la dirigencia estatal de @marioriestra.
— Arturo Luna Silva (@ALunaSilva) February 10, 2025
La última vencida que quiere jugar el defenestrado @eduardorivera01.
La división en el blanquiazul en #Puebla es evidente.
Por su pasividad, a… pic.twitter.com/5Yl47xOlJF
Más frentes abiertos
Donald John Trump tiene abiertos demasiados frentes que, si nos atenemos a la historia, va a terminar perdiendo todos. Lo dice el refranero popular: “el que mucho abarca, poco aprieta”. Por lo pronto tiene dos guerras: la comercial y la mediática. De la primera, sabemos que es proclive a imponer aranceles por todo lo que entra a Estados Unidos, medida que impactará directamente en la inflación. La segunda, la que abrió contra la “prensa independiente”, que dependía del billete que, religiosamente, la USAID entregaba, al cerrar la llave, ahora esos medios publican lo que saben más: posverdades, propaganda y algunas fake news disfrazadas de noticias. Aquí sí es difícil saber quién va a ganar, pero seguro perderán las audiencias. Por lo pronto, un medio le declaró la guerra de información: Deutsche Welle. Saquen las palomitas para ver la batalla de estiércol.
Es cuanto.