No sólo eso, sino que desde la capital del país ya empieza a notarse su trabajo. Y eso sucedió el martes por la noche cuando recibió el espaldarazo de Santiago Taboada, el excandidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Estuvo en el municipio cholulteca en apoyo a la postulación de “Mundo” Tlatehui. “Agradecemos tu visita a nuestro Pueblo Mágico, juntos seguiremos sumando esfuerzos de cara a las próximas elecciones de la dirigencia Nacional”, indicó el sanandreseño en sus redes sociales.
Es cuanto.
Buscando aliados
Nada en política es coincidencia. Todo tiene una agenda, son movimientos fríamente calculados, analizados y revisados para dar el siguiente paso. ¿Casualidad? Por supuesto que no. La visita, este miércoles, de Larry Fink, el CEO del fondo de inversión BlackRock, a la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, tiene muchas lecturas. ¿El contexto? Se dio un día después del triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. Pero no vino solo, también estuvo Adebayo Ogunlesi, director ejecutivo de Global Infrastructure Partners. ¿Para qué? Es obvio que buscan que México no vaya a caer en los brazos de los BRICS, sobre todo en temas como infraestructuras de energía, transporte y residuos de agua. BlackRock es prácticamente dueño de todas las empresas top del mundo, tiene participaciones en firmas como Facebook, CNN, Johnson & Johnson, Pfizer, y un largo etcétera. Es la élite. La real. Especulando (y ya saben cómo les dicen a los que especulan…), es posible que Occidente esté buscando garantizar recursos por un conflicto en puerta. Pero hay algo más: Trump es enemigo de Fink, por eso la visita a México toma relevancia, ya que, al parecer, busca aliados y la presidenta es un baluarte muy importante para hacer un verdadero contrapeso a lo que el republicano representa. Ahí te hablan, Elon Musk.
Es cuanto.