• 27 de Abril del 2024

El milagro secreto, de Jorge Luis Borges/ ¿De qué va?

 

 

Juan Norberto Lerma

El milagro secreto, de Jorge Luis Borges, es un cuento que comienza una noche de marzo de 1939, meses antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial. El protagonista del cuento se llama Jaromir Hladik, un judío que ha dedicado gran parte de su vida a la literatura.

Una noche tiene un sueño en el que hay una partida de ajedrez. Se trata de un ajedrez gigante, dilatado. El sueño de Jaromir Hladik es lento y extendido, y no sin asombro, descubre que la partida de ajedrez no la juegan dos personas, sino dos familias.

El juego había comenzado hacía muchos años y ya se había olvidado cuál sería el premio para el vencedor de esa partida, pero se sospechaba que podría ser infinito. Lo único que se sabe es que las piezas del ajedrez estaban guardadas en una torre secreta.

El protagonista sueña que él es el primogénito de una de las familias que se enfrentan en el tablero. En el momento en que le toca mover a Jaromir Hladik siente que corre entre arenas y no consigue recordar cuáles son las figuras del ajedrez ni recuerda las reglas para mover las piezas.

En el sueño de Jaromir Hladik se introducen voces imperativas, pasos firmes, y el narrador nos revela que se trata de un grupo de soldados alemanes que comienzan a detener a los judíos.

Cinco días después del sueño del protagonista, el 19 de marzo, las autoridades alemanas reciben una denuncia en contra de Jaromir. En cuanto lo arrestan, le muestran los cargos, todos relacionados con su raza y con el origen de su pueblo.

Jaromir no puede anular ninguno de los cargos, porque sería tanto como anular su existencia y su libre desarrollo. El oficial alemán se entera que Jaromir Hladik ha traducido uno de los libros místicos de la tradición judía. Los alemanes condenan a muerte a Jaromir, porque en varias de las páginas de los libros que tradujo animó a su pueblo. Los militares alemanes determinan que Jaromir Hladik no será ejecutado de inmediato, sino 10 días después, el 29 de marzo. El narrador nos explica que los verdugos decidieron actuar con esa lentitud, de forma impersonal, para parecerse a las plantas o a los planetas.

El milagro secreto es un cuento que se resuelve en un universo distinto al de todos los días, es una aventura del pensamiento que camina entre la imaginación y los sueños. El protagonista se enfrenta a la injusticia de su condena y además es sometido al tormento de la espera. El primer sufrimiento con el que Jaromir Hladik tiene que luchar es con el que le produce su imaginación, que le presenta varias formas en las que lo asesinarán, todas dolorosas, todas infelices, todas abusivas.

De todas las muertes posibles, a la que Jaromir Hladik más le teme es al fusilamiento, y como si los alemanes adivinaran sus temores, ordenan que muera fusilado. Para moderar su suplicio, Jaromir Hladik acude a sus sueños y a la imaginación.

Durante unos días, Jaromir Hladik se debate en un infierno de pensamientos e ideas, y comienza a especular que con su pensamiento podría modificar la realidad. Aunque pensar e imaginar no le sirven para escapar de sus verdugos alemanes, por lo menos Jaromir Hladik se consuela. Piensa que las imaginaciones no coinciden con la realidad y que entonces imaginar es como realizar un acto de magia para que la realidad no ocurra. Comienza a imaginarse los detalles más sanguinarios y crueles de su muerte, porque piensa que de esa manera ya no ocurrirán. Durante esos días, Jaromir Hladik se dedica a realizar esa especie de magia mental, pero en los momentos con mayor conciencia de sí mismo, sabe que todo eso es un juego y que tarde o temprano la realidad se tendrá que cumplir.

Durante su vida, Jaromir Hladik se dedicó al ejercicio de la literatura. En una época de su vida, comenzó una obra llamada Los enemigos, que por diversos motivos no había logrado terminar. El narrador de la historia nos dice que como todos los escritores, Jaromir Hladik juzgaba a los demás autores por lo que habían publicado y que él quería que lo juzgaran por lo que planeaba escribir.

En su celda, Jaromir Hladik revisa mentalmente los libros que ha publicado y como a todos les encuentra defectos, se arrepiente de habérselos entregado al editor. Recuerda su obra inconclusa Los enemigos, la revisa en su mente, comienza a hacerle correcciones, piensa que si logra terminarla, ese libro lo redimirá.

Sin embargo, sabe que le falta tiempo y recuerda que los alemanes pronto lo asesinarán. Entonces Jaromir Hladik habla con Dios, habla con él en la oscuridad de su celda, y le pide que le permita terminar aquella obra, porque de esa forma justificará su vida e incluso podría justificar la propia existencia de Dios.

En la madrugada, Jaromir Hladik sueña que está en una biblioteca. El bibliotecario es un hombre viejo que lleva gafas oscuras, le pregunta a Jaromir Hladik qué busca y él le responde que busca a dios. El bibliotecario le responde que dios está en una letra de uno de los 400 mil tomos de la biblioteca, y que sus padres y los padres de sus padres han buscado esa letra, y que él se ha quedado ciego buscándola. En ese instante, el bibliotecario se quita las gafas y Jaromir Hladik le ve los ojos muertos.

En este cuento fantástico, Jorge Luis Borges aprovecha las potencias que se le atribuyen a lo que algunos conocemos como Dios cristiano, un ser omnipotente capaz de detener el tiempo. Sin embargo, para mantener las reglas que rigen al universo, esa fuerza suprema sólo le concede al protagonista vivir más tiempo en su pensamiento, quizá la única zona que ni Dios mismo puede modificar, porque es un instrumento que le pertenece exclusivamente a los seres humanos.

En estos cuentos, Jorge Luis Borges se convierte en un narrador efectivo, concreto, y cada uno de los adjetivos que les aplica a los sustantivos los complementan y los enriquecen. Su estilo es poético y literario, limpio, con un poder de descripción absoluto que dibuja todo lo que nombra.

Los cuentos de Jorge Luis Borges siempre son sorprendentes, aún cuando él no se proponga causar sorpresa. En cada uno de sus textos, el autor plantea acciones que están fuera de lo cotidiano y los personajes tienen que enfrentarlas y resolverlas.

La prosa de Jorge Luis Borges es magistral, casi mágica, porque posee una técnica depurada, soportada con frases cortas y concretas. Los cuentos de Jorge Luis Borges no sólo se disfrutan como goces estéticos, sino que además los lectores quedan deslumbrados debido a los temas que plantea y su forma de resolverlos.