Hay distintas opiniones sobre el que sí y el que no pueden informar las administraciones en los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal.
Esencialmente, esas diferencias de criterio debieran encontrar harta claridad si, al menos, se entendiera el glosario esencial de los términos, que, por lo visto, en el caso de algunos integrantes del Cabildo del Ayuntamiento de Puebla, no opera.
A ver, quienes lo requieran debieran tener el diccionario en mano, para alcanzar a diferenciar los términos “información”, “promoción” y “propaganda”. Ese ejercicio bien lo podría hacer el regidor morenista-claudista, aunque antes fue morenogalista, Leobardo Rodríguez Juárez.
Es el mismo que intenta, con puntería miope y con contundente yerro, utilizar cualquier tema para controvertir el ejercicio de gobierno de Eduardo Rivera Pérez.
Posiblemente, aunque no es del todo seguro, Leobardo no lo entienda.
Aunque también existe la otra posibilidad: que sí tenga la capacidad de discernir lo que es una veda, lo que es información y lo que es propaganda, y actué con dolo. Una “ignorancia deliberada”, como se califica penalmente a algunas conductas.
En su desbocado estilo estridente, Rodríguez Juárez amagó con presentar una denuncia contra la administración municipal, ante el Instituto Estatal Electoral (IEE), por supuestamente no cumplir con la veda.
La verdad es que las notas al respecto dicen que dijo (permítame la reiteración del verbo) que lo “analiza”.
Pues el claudista-galista-morenovallista (el orden es la inversa) debiera mejor ir al INE y denunciar también al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; a algunos gobernadores y a otros ayuntamientos, lo mismo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que de los partidos Acción Nacional (PAN) o del Revolucionario Institucional (PRI), porque han desplegado, en medio de la veda, estrategias comunicativas de información, que no de propaganda, estrictamente.
En descargo del regidor y ex tesorero de la administración que “esfumó”, es decir, no ha justificado el gasto, de al menos 4.3 mil millones de pesos en contratos, lo cierto es que existen opiniones encontradas sobre cómo debieran los gobiernos informar sobre sus acciones gubernamentales en esta temporada.
Valdría la pena revisar las redes de distintas administraciones por todo el país.
Hay autoridades, de todos los colores, que siguen trabajando y también comunicando sus labores; por supuesto, sin emblemas institucionales ni promoción personalizada.
Es claro que los temas de obra, inauguraciones, empleo, transporte, siempre y cuando sean tratados desde el punto de vista informativo y no de promoción o propaganda, pueden seguir siendo parte de la agenda gubernamental.
Aquí algunos ejemplos:
Gobierno de México (Morena)
https://twitter.com/lopezobrador_/status/1490045313293316097
https://twitter.com/lopezobrador_/status/1492692114546724865
Sonora (Morena)
https://twitter.com/AlfonsoDurazo/status/1491908981903790083
Aguascalientes (PAN)
https://www.facebook.com/GobiernodeAguascalientes/photos/a.184171881596678/7605543232792802/
Tlaxcala (Morena)
https://twitter.com/GobTlaxcala/status/1489676647431299074
Coahuila (PRI)
https://www.facebook.com/gobiernodecoahuila/photos/pcb.2102501966589948/2102501736589971/
Veracruz (Morena)
https://www.facebook.com/CuitlahuacGarciaJimenez/videos/314453167374435
Zacatecas (Morena)
https://twitter.com/DavidMonrealA/status/1490782881047883780
Municipio de Chihuahua (PAN)
https://twitter.com/chihuahuampio/status/1491532363242770434
La veda me parece, como han coincidido el gobernador Miguel Barbosa Huerta y el alcalde de Puebla capital, Eduardo Rivera Pérez, exagerada y demasiado extensa.
Se puede estar a favor o en contra de esas reglas actuales, pero si hay políticos que, desde la víscera, la ignorancia y/o el dolo, no están de acuerdo, debieran esforzarse para cambiarlas.
Claro, primero tendrían que ser legisladores, que no es el caso, por ejemplo, de Leobardo. Pero podría él pedir a su partido político -se supone que es Morena-, o a sus compañeros legisladores, que mejoren el marco normativo.
Pero parece que es más sencillo hablar desde el oscuro y húmedo rincón de la ignorancia y la perversidad.
