Este programa, por cierto creado en la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, de la que es titular, tiene como objetivo principal la atención de la población indígena, a través de la creación de comités de salud en los más de 32 mil núcleos agrarios del país.
Puebla es, junto con Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Estado de México, una de las cinco entidades con mayor población originaria de México, de ahí su participación presencial aquí.
Se tiene contemplado también que, en nuestra entidad, el funcionario federal ofrezca su conferencia diaria de las 19:00 horas, para el Informe Covid, confiaron fuentes de la Secretaría de Salud federal.
Este viernes 24 de julio, López-Gatell estará en Tabasco y el sábado pasado estuvo en Berriozábal, Chiapas, en donde arrancó este plan de acción para los pueblos originales.
La llegada del funcionario federal se daría el viernes o sábado, pues entre semana “está muy ocupado en la Ciudad de México con reuniones en torno a su encargo”, dijo la fuente.
La visita de López-Gatell a Chiapas la semana pasada, además de expectación y reclamaciones -pues hubo quien al reconocerlo en el aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez lo acusó de “ocultar muertes”-, generó también controversia, por la descalificación tan directa que hizo a la comida chatarra y los refrescos.
El consumo de estos productos, dijo, es culpable de la mala salud en general de los mexicanos, la que ha generado muchos fallecimientos por Covid-19, por las comorbilidades que la población padece.
“¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental? Las botellas llegan a ríos y luego al mar”, sentenció frente al gobernador morenista Rutilio Escandón.
Seguramente su visita a Puebla no estará exenta de la expectativa y emoción, que en algunos puede generar la posibilidad de encontrarse cara a cara con el hombre que disputa al mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, la exposición mediática nacional.
