Israel Mendoza Pérez
@imendozape
A la pluralidad en el equipo de precampaña de Xóchitl Gálvez, le urgen límites. La primera parte del equipo para la precampaña donde amalgama a los tres partidos y conforman la coalición Fuerza y Corazón por México se confeccionó con amarres precisos entre los dirigentes partidistas; sin embargo, hay personajes como José Ángel Gurría, convertido en consultor del área económica, quien trae negativos en su imagen y puede arrastrar una serie de críticas bien aceitadas por parte del partido en el poder.
Santiago Creel, coordinador general de la precampaña, ha cometido la indiscreción de mantener la atención en el equipo de precampaña y admitir que Gurría Ordoñez se encuentra más cerca del primer círculo de colaboradores de lo que se ve y es el encargado de orientar el proyecto económico.
José Ángel Gurría es el objetivo en el que la cuatroté encontró el lado más delgado y más visible para señalar que se traza un proyecto de corte neoliberal. Esa es la excusa que se requiere para torpedear el proyecto de la oposición y sembrar entre las clientelas de Morena y del electorado joven el regreso al pasado por el que lucha López Obrador y el partido en el poder.
La retorcida narrativa del “pueblo bueno” contra el “neoliberalismo malo” es reforzada por la existencia de José Ángel Gurría en el equipo de especialistas. Su presencia es más costosa en términos políticos. Además que el frente opositor tenga a Gurría como coach económico es facilitarle al partido en el poder, la campaña de golpeteo sobre la coalición, ya que gira sobre la imagen del exsecretario de Hacienda, al viejo priismo de los tecnócratas, de las crisis económicas recurrentes y del Fobaproa. Además de revivir aquel escándalo de 1994 cuando se le señaló, de obtener una jubilación de a través de Nacional Financiera, sin cumplir con los requisitos legales de antigüedad y abusando del puesto que ostentaba y conseguir una pensión de más de 124 mil pesos mensuales.
Sus logros en materia económica son triunfos del pasado vinculados al PRI, partido del que se desligó en su momento hace unos meses. Aunque al mismo tiempo lo jala a ese polo del espectro político. Si se suman los 18 años fuera del contexto de la política mexicana al ser en ese periodo, el mandamás de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Gurría reduce su campo de acción y se mantiene como un político de escritorio. Su propuesta cimentada en retomar y enderezar el estado de Derecho, ir por una reforma fiscal progresiva son los ejes de un proyecto para un país que la cuatroté deformó en poco tiempo. Pero que se requiere mayor densidad en las propuestas y en personajes que apoyen a cimentar un trabajo más sofisticado en materia económica y evitar que la presencia de Gurría politice el proyecto de la oposición.
Gurría carece de las simpatías jóvenes y hacerlo más visible es un error de estrategia.