Uno con magros resultados. Sin embargo, en la dermis de Pemex se entrevera otro caso de complicidades entre el exdirector de Pemex y Cotemar, empresa petrolera y proveedora de Petróleos Mexicanos, la cual logró colarse a las entrañas de la cuatroté.
Por desconocimiento u omisión, el actual director de la empresa productiva del Estado, Octavio Romero es heredero de una relación suspicaz entre la empresa consentida desde el foxismo hasta la fecha. Encabezada por Alejandro Villareal Martínez, la empresa ganó una serie de adjudicaciones directas, a manos llenas, en este sexenio.
Los intereses de Cotemar se extienden hasta la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, aún en la época del exsecretario Javier Jiménez Espriú en 2019, la dirección General de Marina Mercante, la empresa proveedora de Pemex tenía conflictos de permisos de navegación, por lo que en las coordenadas de localización Yaxché C. a través de la empresa Subtec, llevó a cabo actividades en aguas nacionales para la contratista Cotemar. Y nadie la detiene ni la investiga.
La relación de esta empresa con Emilio “L” son de dimensiones preocupantes para el gobierno que enarbola la lucha contra la corrupción ya que antes de dejar la dirección General de Pemex en febrero de 2016, fue la adjudicación directa de cuatro paquetes para mantenimiento de instalaciones fuera de la región marina. Contratos vigentes con Cotemar hasta diciembre de 2020 en una primera instancia.
Ahora, en la época de Octavio Romero al frente de Pemex la situación se extendió ya que tiene contratos hasta 2025. Es la herencia aceptada. El contrato número: 648235806 que corresponde a proyectos especiales de mantenimiento, adecuación de infraestructura, instalación de estructuras, rehabilitaciones, interconexiones y montaje de equipos en instalaciones marinas de Pemex Exploración y Producción en el Golfo de México. El 648235807, respecto a mantenimiento a instalaciones costa fuera de la región marina. Y el 648235808 para mantenimiento a instalaciones costa fuera de la región marina. Fueron ampliados hasta 2025
La empresa dirigida por Alejandro Villarreal Martínez, creció durante el docenio panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Luego se acomodó en el sexenio pasado gracias a las inclinaciones de Emilio “L”, hasta llegar este sexenio. Donde el olfato de Rocío Nahle, secretaria de Energía se atrofió para detectar una empresa voluble, pues las licitaciones y las ampliaciones exhiben esa facilidad de pertenecer a un círculo de intereses y complicidades.
Pemex convive con empresas que sirvieron y se sirvieron en sexenios pasados en los que lograron acuerdos de largo aliento. Hoy, Cotemar es ratificada pese a los nexos con Emilio “L”. La auditoría Superior de la Federación ya la tuvo en investigación. Y el caso Lozoya la hizo visible como otra proveedora aprovechada de las debilidades de la cuatroté para investigarla.
