• 22 de Noviembre del 2024
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El adiós de Sabina que sabe a punto final, sin dos puntos suspensivos

El cantautor reconoció que no sabe si esta ha sido su última gira, tras 35 años de romance con México, el flaco de Úbeda llena cuatro veces el Auditorio Nacional de la capital del país

Ciudad de México.- "Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos...", reza la frase de la canción Y nos dieron las 10 con que Joaquín Ramón Martínez cerró su cuarto y último concierto en la capital del país y el 50 de su gira Contra Todo Pronóstico.

"Está gira, que nadie sabe, ni siquiera yo, sí será la última...", dijo al arranque de su presentación de este miércoles, con la alineación completa de sus músicos, quienes lo han acompañado por lo menos desde hace una década en el escenario.

El sabor de esta noche tuvo un fuerte aroma nostálgico, sobre todo, cuando al final el poeta andaluz se despidió con la frase "hasta siempre, México".

Joaquín Sabina, quien ya tiene casi 74 años, arrancó con mucho entusiasmo y la canción Cuando era más joven su presentación en el coloso de Reforma.

Casi sin pararse del banquillo, desde donde alternó con dos guitarras, repasó las canciones indispensables de su repertorio algunas nuevas y otras que había dejado en el baúl del olvido.

Entre las primeras reapareció Mentiras piadosas de uno de sus discos de los años 90 que había dejado fuera de sus conciertos al menos en los últimos 20 años.

El entusiasmo y el ánimo que por momentos se le veía en ojos enrojecidos con cierta tristeza fue disminuyendo pasadas las horas.

Luego de haber hecho una pausa para dejar que su corista principal Mara Barros, su principal guitarrista Jaime Asúa y su escudero en los teclados y otros instrumentos, Antonio García de Diego, cantaran algunas de sus canciones, Joaquín reapareció en el escenario.

En un momento su voz pareció ahogarse y la tos lo abordó. Bebió un poco de agua para después continuar cantando.

Público entregado

El público que llenó por cuarta vez el Auditorio Nacional se le entregó por completo.

Le permitió todas las licencias y coreó todas sus canciones.

En un momento en el que el flaco de Úbeda se atrevió a dar unos pasos, como amago de baile, se llevó unos aplausos.

Dos veces debió pararse el concierto y se extendieron las luces de la inmensa sala por los aplausos que no cesaban para el andaluz y sus músicos.

Llegó el final con sus canciones rancheras hiladas: Noche de bodas y la tan apreciada en México Y nos dieron las 10.

Una tonalidad especial en la voz rota del oriundo de Úbeda surgió en el auditorio lleno.

Hubo también en el público un sentimiento de ahogo y despedida: Una nostalgia por algo que se intuye, pero no ha ocurrido.

Antes, en sus redes, su esposa Jimena Coronado había colgado una foto tomada en el auditorio Telmex de Guadalajara con la frase “último concierto en la Ciudad de México”.

Fue el cuarto de esta gira Contra Todo Pronóstico.

Fue uno muy especial en los 35 años de romance entre Joaquín y nuestro país.

Fue posiblemente el último concierto de Joaquín para los mexicanos.

“Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos”, se escuchó entre notas rancheras.

“Hasta siempre México”, fue la frase que ya no estuvo acompañada con música.

El repertorio

La lista de canciones interpretadas por Joaquín Sabina incluyó un total de 21 temas: 

Cuando era más jóven, Sintiéndolo mucho, Lo niego todo, Mentiras piadosas, Lágrimas de marmol, Cuando aprieta el frío, Por el bulevar de los sueños rotos, Llueve sobre mojado, Yo quiero ser una chica Almodóvar, La canción más hermosa del mundo, Tan joven y tan viejo, A la orilla de la chimenea, Una canción para la Magdalena, 19 días y 500 noches, Peces de Ciudad, Y sin embargo te quiero/Y sin embargo, y Princesa.

En el encore incluyó: El caso de la rubia platino, Contigo, Noches de boda/Y nos dieron las diez, Pastillas para no soñar y La canción de los buenos borrachos.