Un equivalente a 10 por ciento del total de la población de nuestro país, 13 millones de personas, de los 128.9 millones que vivimos en México, son migrantes en Estados Unidos. De ellos, al menos 2.5 millones son poblanos.
México, como país, y Puebla como entidad, son binacionales.
Muchos de esos migrantes poblanos y mexicanos tienen, además, la doble nacional. Se trata en su mayoría de trabajadores que cruzaron antes de 1986 y que se cobijaron en la llamada “Amnistía Reagan”, que les permitió, primero, la regularización de sus estatus migratorios y, luego, obtener la naturalización.
Otros más, han obtenido de muchas otras maneras la nacionalidad: por matrimonio, por haber ingresado de manera legal y haber pasado el tiempo suficiente para conseguirla, por su situación laboral y otros tantos casos.
Puebla, específicamente, que oscila entre el cuarto y quinto lugar de los estados con más paisanos al otro lado de la frontera, es una de las comunidades más activas y nutridas.
La concentración de los poblanos está principalmente en la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, en donde el Consulado General de México en la Gran Manzana calcula que hay al menos 960 mil oriundos de Puebla. Ellos y ellas conforman y habitan el imaginario e idílico "Puebla York".
Son, en su mayoría, provenientes de 64 de los 217 municipios poblanos, que concentran la mayor expulsión de paisanos; entre ellos, todos los de la Región Mixteca.
Su realidad es binacional. Sus familias, en casi todos los casos, siguen aquí. Si no son los hijos y la cónyuge, son los padres y los hermanos o son una mezcla de descendientes y ascendientes.
La aportación de los migrantes poblanos al sostenimiento de los hogares y con ello el impulso al desarrollo regional, es innegable.
Las cifras de envío de dinero de los paisanos de Puebla al estado han superado en los últimos dos años los mil 500 millones de dórales anuales. Este 2021, incluso se espera que supere ese pronóstico.
Sin ellos y los recursos que envían a sus familias, la pobreza sería más grave y desgarradora.
Sin embargo, los dos países, tanto Estados Unidos, como México, no han avanzado en el reconocimiento de la condición binacional de los paisanos.
La Unión Americana ha retrasado, por décadas, la aprobación de una reforma migratoria de fondo, principalmente por razones políticas.
En tanto, México no ha adecuado su marco jurídico a la realidad binacional del país, ni en la agilización y aligeramiento de las comisiones por remesas, ni en el fortalecimiento de la representación de esta comunidad en la toma de decisiones domésticas, entre otros temas.
Como detalle, una junta auxiliar del municipio de Acatlán de Osorio, en la Mixteca, tiene el reconocimiento de su binacionalidad, desde su puerta de entrada, en que dice: “Bienvenido y Welcome”, al que llega.
Sea para ellos, los millones de caminantes mexicanos y poblanos, hombres y mujeres trashumantes en busca de una mejor vida para los suyos, un reconocimiento este 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante 2021.
