• 04 de Diciembre del 2024
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Grupos delictivos reclutan jóvenes químicos para laboratorios clandestinos: NYT

 Cárteles mexicanos atraen a estudiantes de química con altos ingresos para fabricar fentanilo, buscar métodos más eficaces y reducir la dependencia de importaciones

 

Los cárteles mexicanos están utilizando las universidades como puntos estratégicos para reclutar estudiantes de química que trabajen en la producción de fentanilo, una de las drogas sintéticas más mortíferas y lucrativas. Según una investigación del New York Times, los reclutadores identifican a estudiantes prometedores en los campus y, tras investigarlos, les ofrecen ingresos superiores al promedio, junto con bonificaciones iniciales.

Los jóvenes, conocidos como "cocineros", trabajan en laboratorios clandestinos para sintetizar la droga, aumentar su potencia y experimentar con precursores químicos. Esta estrategia busca reducir la dependencia de insumos importados, especialmente de China.

Un estudiante de segundo año relató cómo fue abordado por un reclutador que le ofreció 800 dólares (16 mil pesos) mensuales, el doble de lo que ganan muchos químicos formados. A pesar del riesgo, aceptó debido a la precariedad económica de su familia. Fue trasladado a un laboratorio en las montañas de Sinaloa, donde trabaja bajo vigilancia constante.

El proceso de síntesis es riesgoso. Además de la exposición a sustancias tóxicas, los errores pueden provocar explosiones y represalias violentas. Profesores universitarios han reportado que algunos alumnos se inscriben en clases de química únicamente para adquirir conocimientos útiles en el narcotráfico.

La pandemia de Covid-19 aceleró esta tendencia, ya que las restricciones afectaron la importación de precursores químicos. Documentos filtrados en 2020 revelaron que el Cártel de Sinaloa recurrió a estudiantes y profesores para resolver esta crisis.

El reclutamiento de talento joven refleja la ambición de los cárteles de controlar toda la cadena de producción del fentanilo. Autoridades mexicanas y estadounidenses han alertado que esta evolución podría complicar aún más la lucha contra el tráfico de drogas.

Con este panorama, los cárteles no solo refuerzan su poder económico, sino también su capacidad de operar con independencia de los mercados internacionales, consolidándose como actores clave en la crisis del fentanilo.