El presidente Donald Trump firmará una orden ejecutiva para priorizar a los estadounidenses en la aplicación de la vacuna de Covid-19, antes de que el Gobierno de Estados Unidos ayude a otras naciones del mundo.
Trump rechazó una oferta presentada por la farmacéutica Pfizer para comprar dosis adicionales de la vacuna de coronavirus que desarrolla, por lo que podría no generar suficientes para Estados Unidos hasta junio de 2021.
El mandatario busca restingir la obtención de una vacuna contra Covid-19 en su administración y enmarcarlo con un decreto con el que se garantice la prioridad a ciudadanos estadounidenses en el suministro de fármacos adquiridos por su gobierno.
Según el diario The New York Times, fuentes cercanas a la Casa Blanca indicaron que hace unos meses se rechazó el trato con Pfizer en medio del compromiso que busca Trump a través de una orden ejecutiva para "asegurar que el Gobierno de Estados Unidos le de prioridad a hacer que las vacunas lleguen a los ciudadanos antes de enviarlas a otras naciones".
Durante la cumbre denominada “Operation Warp Speed” se prevé la firma de esta orden presidencial y que los expertos gubernamentales expliquen que las vacunas son seguras y detallen los pormenores del plan de vacunación.
Pfizer, por su parte, advirtió que podría no generar suficientes vacunas para el país hasta junio del 2021 dado el compromiso que adquirió con otros países.
El republicano ha reclamado su crédito por el rápido desarrollo de las vacunas contra el coronavirus, que fueron asistidas por el programa Operation Warp Speed de la administración Trump. Pfizer y Moderna solicitaron la aprobación de la FDA para sus vacunas, las cuales tienen una efectividad superior al 90 por ciento, según los datos preliminares de los ensayos clínicos.
Los funcionarios federales informaron que los estados recibirán las entregas iniciales de las dos vacunas dentro de las 24 horas posteriores a la aprobación regulatoria. La vacuna de Pfizer podría aprobarse la próxima semana, dijo el vicepresidente Mike Pence.
Cada toma será rastreada por un sistema informático desarrollado por Palantir Technologies y Oracle, dijo otro alto funcionario de la administración. Ningún proveedor de salud puede administrar una vacuna sin estar inscrito en el sistema, dijo el funcionario, que proporcionará un registro diario de cuántas personas en el país han sido vacunadas.
La administración apunta a vacunar a 20 millones de estadounidenses antes de fin de año. Es probable que ningún empleado federal, excepto los trabajadores de la salud de los nativos americanos, los veteranos y el ejército, desempeñe un papel en la distribución de la vacuna al público en general.
Una vez que se satisfagan las necesidades de Estados Unidos, las agencias gubernamentales, incluido el Export-Import Bank y la International Development Finance, abordarán la distribución de vacunas a otros países que las necesiten.
