• 12 de Diciembre del 2024

Layda, pragmatismo folclórico

Apegada al poder desde la época del expresidente Carlos Salinas y entusiasta impulsora de la primera transición democrática en el año 2000, con Vicente Fox, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores actúo, con el nombramiento de Jorge Luis Lavalle Maury como titular en Desarrollo Económico, con la única herramienta conocida para ella, en la folclórica política mexicana: el pragmatismo.

Su caso va de la anécdota histórica, al revés contra los ideales éticos de la cuatroté. Al reclutar al excalderonista que en 2018 fue expulsado del partido por expresar su apoyo en ese mismo año al entonces candidato priista José Antonio Meade. Para ella, comenzó el periplo al tener que defender a un funcionario con altos niveles de desconfianza y manchas en su historial político. Es más, su nivel de reto a la cuatroté por sostener al funcionario fue en el momento en que la Presidenta expresó: “yo no lo invitaría”.

El mayor escándalo de Lavalle Maury ocurrió en el 2020, cuando su nombre figuró en las declaraciones de Emilio Lozoya ante la Fiscalía entre los personajes políticos acusados de haber recibido maletas con dinero por parte de la empresa Odebrecht cuando era senador del PAN, a cambio de apoyar la reforma energética.

Y es que no solo se trata de un hecho de corto plazo, la mandataria ya lo tiene como futuro operador político en 2027 para allegarle votos a Morena provenientes de sectores empresariales y clases altas. Es decir, el movimiento está en venta para quien aporte astucia y contactos con alto poder adquisitivo.

Acostumbrada a acuerdos pragmáticos con facciones de cualquier color político Layda Sansores cuenta con una historia de apoyo a la transición política del foxismo. El grupo formado en el año 2000 denominado Transición y Reforma del Estado agrupó a izquierdistas de distintas facciones. Además de Alfonso Durazo, la ahora gobernadora de Campeche, Layda Sansores se encontraba muy activa en ese grupo en el que a través de declinaciones y suma de proyectos consiguieron obtener, apalabradas, dos secretarías, algunas subsecretarías y otros espacios.

Porfirio Muñoz Ledo, en su momento, declinó su candidatura presidencial impulsada por el vetusto Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM). En esa jugada polémica, y por la histórica primera transición en México; así como la seducción del foxismo, el partido se fracturó y regresó a sus orígenes como organización satélite del PRI.

Con el triunfo de Vicente Fox el grupo de Layda Sansores tuvo apalabrada la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para Amalia García quien fue dirigente del PRD en la época de la transición, y la Secretaría de Comunicaciones para Alejandro Encinas, ahora funcionario del Gobierno de la Ciudad de México. Layda Sansores tendría en sus manos la subsecretaría de Agricultura al igual que Héctor Castillo.

Ahora, vuelve a sus orígenes de ver la política como un medio para retener el poder y no como un instrumento para el desarrollo de proyectos en beneficio de la población. La incorporación de Lavalle a su gabinete es muestra de esa necesidad por cubrir cuotas políticas y ambiciones de grupo por mantener, a toda costa, los privilegios de mandar.

@imendozape