Por Antonio Bautista
Como Marco Polo, también Marcos se fue a China. Tenía 15 años cuando dejó su natal Puebla y durante un año estuvo en la cuna del ping pong para conocer sus secretos en la tierra donde es considerado deporte nacional.
Delgado, de piel clara, brazos largos, ojos expresivos y con una rapidez al hablar que recuerda el ritmo que tiene un partido de ping pong, Marcos logró adaptarse a la cultura China.
En un país donde incluso los ancianos compiten apasionadamente en parques, comprendió la diferencia entre ser el mejor juvenil de México y un jugador de clase mundial. Como Marco Polo, conoció los secretos de China y, con ello, su verdadero potencial en el tenis de mesa.
A los ocho años tomó por primera vez la pequeña raqueta de madera y no la volvió a soltar. Ahora, casi tres décadas después, es considerado el mayor exponente de este deporte en México.
Marcos Madrid Mantilla nació en Puebla el 6 de septiembre de 1986. En su infancia practicó todos los deportes que quiso, pero fue el tenis de mesa el que lo cautivó con su velocidad, rapidez y la adrenalina que produce.
El joven poblano aseguró su lugar en los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que marca un hito importante en su carrera como tenismesista. Ahora, con 37 años, Marcos logró su clasificación al vencer al paraguayo Marcelo Aguirre en la final del Clasificatorio Olímpico de las Américas en Lima, Perú, con un marcador de 4-3 en un emocionante encuentro que puso a prueba su tenacidad y habilidades.
El poblano no es ajeno a la presión de las competencias internacionales. Ya había representado a México en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde su participación terminó en la primera ronda. Sin embargo, esta experiencia le brindó una valiosa lección que ha aplicado en su camino hacia París 2024. En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, Marcos obtuvo la medalla de bronce, consolidando su posición como uno de los mejores tenismesistas de México.
Su carrera deportiva está marcada por múltiples logros, incluyendo ser dos veces campeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
En Mayagüez 2010, Marcos tuvo una de sus primeras victorias que marcarían su vida. Se llevó el oro en la categoría individual, la plata en dobles mixtos y el bronce en dobles masculinos. Ahí venció al mejor jugador latinoamericano en ese momento: Lin Ju, un chino nacionalizado dominicano que llevaba tres títulos consecutivos.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023, también logró una medalla de oro en dobles mixtos, demostrando su consistencia y excelencia en el deporte.
El camino hacia París no fue fácil para Marcos. Tras no haber logrado clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se enfrentó a un momento de reflexión y duda sobre su futuro en el tenis de mesa.
No obstante, su perseverancia y dedicación lo llevaron a entrenar arduamente, y este esfuerzo finalmente rindió frutos cuando aseguró su boleto a París 2024 en una emocionante revancha contra competidores de alto nivel como Horacio Cifuentes de Argentina, a quien venció 4-2 en las rondas preliminares del clasificatorio en Lima.
Los Juegos Olímpicos de París 2024 están programados para comenzar el 26 de julio y finalizar el 11 de agosto. Marcos llega con entusiasmo a la competencia veraniega y ve en ella una oportunidad de redimir su actuación pasada y de llevar el nombre de México al podio de ganadores.
Su historia es un testimonio de dedicación y amor por el deporte que lo ha llevado a vivir en Francia. La preparación de Marcos Madrid para los Juegos Olímpicos no sólo se centra en el aspecto físico, sino también en la mentalidad y estrategia.
El sacrificio y, sobre todo, la disciplina son aspectos que Marcos Madrid ha integrado profundamente en su vida. Para él, cada entrenamiento es una oportunidad de mejorar y superar sus propios límites.
Además del apoyo familiar, Madrid ha contado con el respaldo de sus padres, Rafael y Mercedes, y la ayuda de sus entrenadores y compañeros, quienes han sido fundamentales en su preparación.
Ahora, Marcos está por hacer historia en París. No sólo busca alcanzar el podio olímpico esta vez, sino también inspirar a nuevas generaciones de tenismesistas en México y demostrar que los sueños se cumplen con esfuerzo y dedicación.
