• 16 de Abril del 2024

Denuncian hospital abusivo en Sinaloa

La falta de oxígeno en la Clínica Médica de la Ciudad, en Culiacán, provoca crisis, desesperación y muerte

 

Dominio Público

Ramón Astolfo Verdugo Ávila tenía 47 años y murió en una clínica particular de Culiacán, Sinaloa el pasado 7 de julio, cuando presuntamente se acabó el oxígeno medicinal que lo ayudaba a respirar debido a la Covid-19 que padecía.
Otra mujer, María Narcisa Urquidez Quintero, murió esa misma noche por la misma situación en la llamada “Clínica Médica de la Ciudad”, según contaron testigos a Dominio Público Noticias.
La emergencia por la falta de oxígeno fue tal, que hubo quien consiguió y metió tanques de oxígeno al hospital para ayudar a los enfermos en lo que llegaban las ambulancias para hacer los traslados a otros hospitales.
“Cuando nos dimos cuenta que no había oxígeno y vimos a todos corriendo, me metí con mi hija e hijo al tercer piso y oía que todos los aparatitos sonaban pib, pip, pib; ay Dios mío, y voy viendo a toda la gente temblando como si fueran pescados fuera del agua”, relató Martha Ávila, madre de Ramón Astolfo.
La mujer sostiene que además de su hijo, fallecieron otras cuatro personas.
Ramón Astolfo Verdugo, ingresó a la clínica particular el 22 de julio. Su madre sostiene que estaba en recuperación y que incluso antes horas antes de morir él le envió un audio de WhatsApp diciéndole que lo iban a sentar en un reposet porque su condición había mejorado.
“Pero se acaba el oxígeno, se pone mal y en el hospital se les muere, ahí me lo mataron”, lamentó la mujer.
Martha Ávila también denunció abusos por parte del hospital, donde dice, no reciben a ningún paciente sin un depósito previo de 100 mil pesos para atender a los enfermos de Covid-19.
“Si no llevas 100 mil pesos para dejar de depósito no entras y me consta, más aparte te cobran como 25 mil pesos diarios o hasta más, porque te cobran por todo. Es un dineral. Mi hijo murió y todavía querían firmar un convenio conmigo para ver cómo les iba a pagar lo que se les debía, les dije quédate el cuerpo yo quería a mi hijo vivo no muerto”, narró.
Martha alista acciones legales contra la clínica particular y sostiene que no quiere dinero, pues eso no le regresará a su hijo.
“No quiero indemnización, no quiero que esa clínica siga operando. Son empresas son puro negocio, nada que se preocupan por los pacientes lo único que les interesa es el dinero y ahora tienen que responder por lo que pasó”.
La Secretaría de Salud de Sinaloa inició una investigación por esta situación. Los dueños de la clínica no han dado una explicación pública sobre lo ocurrido.