El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció detalles cruciales de la reforma laboral que presentará próximamente al Congreso, enfocada en asegurar jubilaciones dignas y salarios justos para los trabajadores mexicanos.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario destacó la urgencia de corregir los desequilibrios generados por la reforma a las pensiones aprobada en el sexenio de Ernesto Zedillo en 1997.
Expresó su preocupación de que esta medida resultará en una crisis, comprometiendo la estabilidad financiera de los jubilados. Para abordar esta situación, el gobierno federal asumirá parte del pago de las pensiones, permitiendo a los trabajadores retirarse con su último sueldo, y no ver reducida su pensión a la mitad.
López Obrador enfatizó que la reforma también abordará la problemática de los salarios mínimos, asegurando que nunca más se permitirá que aumenten por debajo de la inflación. Calificó esta práctica como una "gran injusticia" y una "infamia". El presidente subrayó su intención de elevar este criterio a rango constitucional, incorporándolo al artículo 123 de la Constitución.
"La reforma laboral que voy a presentar tiene dos propósitos fundamentales", afirmó el presidente.
"Primero, garantizar que el salario mínimo siempre crezca por encima de la inflación, evitando la pérdida del poder adquisitivo del salario que ocurrió durante el periodo neoliberal. Y segundo, corregir los desafíos asociados con la entrega de pensiones a jubilados, asegurando que reciban el sueldo completo con el que se retiran, no la mitad".
López Obrador criticó las reformas previas que, según él, favorecieron a la oligarquía en lugar de proteger los derechos de los trabajadores. Anunció que la iniciativa de reforma será presentada el 5 de febrero y buscará transformar el panorama laboral en México, asegurando condiciones más equitativas para los trabajadores y jubilados.
