El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el homicidio del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, debe ser clasificado como un “crimen de Estado” y aclaró que el amparo otorgado a Mario Aburto no tiene relación con su gobierno.
“Yo llegué a la conclusión desde hace tiempo que se trató de un crimen de Estado y que los crímenes de Estado si no hay voluntad lleva mucho tiempo el que se puedan esclarecer, fue un crimen de Estado (también) lo del asesinato del presidente Kennedy y no se supo bien”, dijo.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional, el mandatario mencionó que esta cuestión recae en el ámbito del Poder Judicial y no guarda relación con su administración. No obstante, el presidente acusó a sus adversarios de tratar de involucrarlo en una supuesta "estrategia perversa".
También instó a Mario Aburto a declarar si considera que está siendo tratado de manera injusta. El plazo para tomar una decisión sobre su posible libertad está por vencer.
El presidente recordó su última conversación con Colosio antes de su asesinato en 1994, destacando que hablaron sobre la necesidad de cambiar la política neoliberal.
El fallo del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Estado de México revocó la sentencia de 45 años a Aburto debido a un tecnicismo legal: fue juzgado con base en el Código Penal Federal en lugar del ordenamiento de Baja California, donde ocurrió el magnicidio.
Esta distinción podría reducir la sentencia máxima a 30 años. Debido a este amparo, existe la posibilidad de que Aburto sea liberado.
Ante esta situación, el mandatario instruyó a Luisa Alcalde, secretaria de la Secretaría de Gobernación, a evaluar las opciones legales disponibles para el Gobierno en respuesta al amparo concedido a Mario Aburto.
El propósito es examinar y determinar la mejor estrategia frente a la eventual liberación del homicida de Colosio, Mario Aburto.
