Manifestantes se enfrentaron con elementos de la policía estatal y de la Guardia Nacional en la Autopista del Sol, en ambos sentidos y robaron un vehículo “Rino” en su intento por ingresar a la capital para exigir la liberación de dos dirigentes detenidos el pasado miércoles, presuntamente con drogas y armas.
Con el camión artillado, los inconformes se abrieron camino entre alrededor de 700 elementos policiales, el que también ocuparon para romper la reja que resguarda el Palacio de Gobierno de Guerrero, ubicado en el municipio de Chilpancingo.
Los manifestantes son de municipios como Quechultenango y Mochitlán, quienes rompieron un cerco policiaco implementado por el estado y la Guardia Nacional, a fin de exigir la liberación de dos detenidos.
Alrededor de las 11:30 de la mañana, unos mil 500 pobladores llegaron sobre la carretera federal Chilpancingo-Acapulco a la altura del cuartel de la Guardia Nacional, en donde eran esperados por un operativo policiaco para impedirles el paso y evitar que bloqueran la Autopista del Sol.
Los manifestantes portaban palos y machetes con los que se enfrentaron a policías, algunos de los cuales resultaron heridos y tomaron un camión blindado de la Policía Estatal. Tras esta situación el operativo policiaco se retiró.
El contingente avanzó sobre la autopista. Se conoció también que más de 10 policías estatales y elementos de la Guardia Nacional fueron retenidos por los manifestantes en Guerrero.
Los efectos de la violencia se han extendido a las instituciones educativas de la región. La Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y el Instituto Tecnológico de Chilpancingo han suspendido las clases presenciales y han cancelado actos de clausura como medida de precaución.
Otras instituciones educativas, como la Maestría en Ciencias, Territorio y Sustentabilidad, también han optado por suspender las clases presenciales en Chilpancingo y han cambiado eventos académicos a la modalidad virtual debido a las circunstancias adversas.
En tanto dos helicópteros de la policía estatal sobrevolaron la zona de conflicto, en espera de más enfrentamientos.
Ante esta situación elementos desarmados se desplazaron en diversos puntos de la capital a fin de “evitar que se detonen actos de violencia en contra de inmuebles púbicos e instituciones de gobierno”.
La gobernadora del estado, Evelyn Salgado, se pronunció a favor del diálogo con los manifestantes como parte de su “política de diálogo y no represión”.
Por su parte la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, aseguró que no renunciará a su cargo a pesar de la crisis de violencia que atraviesa la ciudad y de las imágenes y grabaciones en las que se le muestra en una reunión con un supuesto líder de la organización criminal Los Ardillos.
