Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, aceptó que le metieron gol a Pemex con los contratos de su prima Felipa Guadalupe Obrador, porque la empresa no cuidó que no se hiciera negocios con su familiar.
Afirmó que cuando el director de Pemex le informó que había un posible conflicto de interés, ordenó que no se le dieran los contratos a su prima.
Indicó que su prima tiene un empresa que le da servicio a Pemex y que ella se asoció con otras empresas y que entonces ya no apareció su nombre como responsable.
“Lo que pasó es que el año pasado me vio el director de Pemex y me dijo: ‘Hay aquí un posible conflicto de intereses’, y di la instrucción de que no se otorgaran los contratos”.
“Y al parecer no se otorgaron esos contratos, pero luego, como mi prima tiene una empresa contratando con Pemex de tiempo atrás, se reúne, se asocia con otras empresas, ya no aparece ella como la responsable, participan en otras licitaciones y se les entrega contrato a varias empresas, entre esas empresas, la de mi prima”.
“Entonces, en Pemex no se dieron cuenta o hubo omisión y se entregó el contrato o los contratos estos. Entonces, cuando el director de Pemex me informa, lo que le digo es que se actúe de conformidad con la ley, porque no somos iguales pues”.
“He dicho que, aunque se trate de familiares, no va a haber corrupción, no va a haber influyentismo, nada que afecte la transformación de México”.
Una reportera le preguntó a Andrés Manuel López Obrador si le metieron gol y él respondió que fue a Pemex, porque debieron cuidar que no ocurriera ese conflicto de intereses.
“—¿Le metieron gol?”.
“A Pemex, en el sentido de que debieron cuidar eso. Afortunadamente, tengo la tranquilidad de que cuando me lo plantean respondo que no y eso me da tranquilidad de conciencia, porque no soy corrupto”.
Afirmó que sus adversarios políticos pueden buscar cuanto quieran y no le encontrarán dinero, porque nunca le ha interesado, y que en cambio a los periodistas sí les interesa tener dinero porque tienen la deformación y el gusto de vivir en residencias en el extranjero.
“Ese es el problema que tienen mis adversarios, que le pueden buscar, buscar y buscar. No me ha interesado el dinero, no es como ellos, puede ser un periodista, pero tienen la deformación o el gusto de vivir en residencias y de tener departamentos en el extranjero, su dios es el dinero pues. Entonces yo no tengo esos gustos, nunca me ha interesado el dinero”.
“También, para que nadie se ofenda, siempre digo que no todo el que tiene es malvado, porque hay quienes han hecho su patrimonio de conformidad con la ley, con su trabajo, incluso que invierten, generan empleos y merecen respeto; pero hay otros que hacen dinero de la noche a la mañana, al amparo del poder público”.
“Yo estoy en contra de la corrupción, no estoy en contra de los empresarios, o sea, así de claro; de los verdaderos empresarios, porque hay quienes son traficantes de influencias, no son empresarios”.