El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, aceptó que la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa fue un crimen de Estado.
En conferencia de prensa dijo que, en él, participaron autoridades federales, estatales y locales, además de que no hay ninguna esperanza de que los jóvenes estén con vida.
Entre los detalles que dio a conocer, destaca que un soldado estaba infiltrado entre los normalistas y que, ante su desaparición, el Ejército Mexicano no hizo algo por rescatarlo.
De acuerdo con Encinas, las omisiones de los mandos militares permitieron la desaparición de los estudiantes, hace casi ocho años.
“Sus acciones, omisiones y participación permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas”.
“Se acredita plenamente la intervención y la colusión de autoridades de distintos órdenes de gobierno con los policías municipales de Iguala, Cocula, Huitzuco, Tepecuacuilco y con el grupo delictivo de Guerreros Unidos para llevar a cabo la desaparición de los muchachos”, declaró.
También reveló que los testigos de estos hechos, han sido asesinados a lo largo de estos años.
