China advirtió que "nadie ganará una guerra comercial" luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara su intención de imponer un arancel adicional del 10 por ciento a las importaciones provenientes de China, México y Canadá. Esta postura intensifica las tensiones entre las dos mayores economías del mundo a semanas de la asunción oficial de Trump.
En un mensaje enviado a la agencia AFP, Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Estados Unidos, destacó que la relación comercial entre ambos países ha sido históricamente “mutuamente beneficiosa”. Aseguró que la cooperación y el diálogo son esenciales para mantener la estabilidad económica y evitar una escalada de conflictos proteccionistas que podrían impactar el comercio global.
Trump vincula aranceles al combate contra el narcotráfico
El anuncio de Trump incluye señalamientos directos hacia China como responsable del flujo de precursores químicos utilizados en la producción de fentanilo, un opioide sintético que ha generado una crisis de salud pública en Estados Unidos.
“He tenido muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, enviadas a Estados Unidos, pero sin resultado”, escribió Trump en su red social Truth Social.
Por su parte, Liu Pengyu rechazó las acusaciones y afirmó que la idea de que China permita a sabiendas el flujo de precursores del fentanilo hacia Estados Unidos “es completamente contraria a los hechos”. Además, destacó los esfuerzos recientes de Pekín para controlar la exportación de sustancias relacionadas con este opioide.
Vulnerabilidad económica en China
El anuncio de Trump llega en un momento crítico para China, que enfrenta una prolongada recesión en su sector inmobiliario, altos niveles de deuda y una demanda interna debilitada. Este contexto hace más sensible el impacto de posibles medidas proteccionistas por parte de Estados Unidos.
Respuesta de Canadá
En medio de las tensiones, Canadá también reaccionó a las amenazas de aranceles planteadas por Trump. En un comunicado, la viceprimera ministra Chrystia Freeland y el ministro de Seguridad Pública Dominic LeBlanc defendieron la relación comercial bilateral, describiéndola como “equilibrada y mutuamente benéfica”.
Canadá destacó su rol como principal proveedor energético de Estados Unidos, subrayando que el 60 por ciento de las importaciones de crudo estadounidense provienen del país norteamericano. Además, recordó que es el mayor comprador de productos estadounidenses, superando en conjunto a países como China, Japón, Francia y Reino Unido.
Escalada de tensiones comerciales
La decisión de Trump de imponer nuevos aranceles reactiva temores de una guerra comercial similar a la ocurrida durante su administración anterior, cuando ambas naciones impusieron medidas arancelarias que afectaron cientos de productos y alteraron cadenas de suministro globales.
Analistas advierten que una escalada de estas tensiones podría traer repercusiones negativas para la economía mundial, en un momento en el que las principales potencias buscan estabilidad tras los efectos de la pandemia. China, mientras tanto, reiteró su disposición al diálogo, pero aseguró que defenderá sus derechos e intereses ante cualquier acción que considere perjudicial.