Las autoridades cubanas anunciaron avances en la recuperación del servicio eléctrico, tras el colapso de la red nacional por segunda vez en 24 horas. Sin embargo, millones de cubanos permanecieron sin electricidad el sábado, afectando gravemente la actividad en la isla.
En La Habana, los semáforos se apagaron y el comercio se detuvo casi por completo. Largas filas se formaron en las tiendas subvencionadas por el Estado, donde la población compra alimentos básicos.
El jefe del sistema eléctrico cubano, Lázaro Guerra, informó que la Unión Eléctrica (UNE) seguía trabajando para recuperar la capacidad necesaria y así poder poner en marcha más plantas generadoras. “No puedo asegurar que restableceremos el sistema hoy, pero esperamos un progreso importante”, indicó Guerra en un comunicado televisivo.
La primera caída de la red ocurrió el viernes al mediodía, tras una avería en una de las mayores centrales eléctricas de la isla. A consecuencia de la situación, el gobierno comunista decidió enviar a casa a empleados no esenciales y suspendió las clases como medida de ahorro energético.
El sábado por la mañana, la plataforma estatal CubaDebate reportó un nuevo colapso de la red. Sin embargo, Guerra evitó confirmar el segundo fallo total, generando confusión al referirse a problemas localizados en el sistema.
