El nuevo gobierno argentino, encabezado por el presidente ultraderechista Javier Milei, ha dado a conocer un conjunto de medidas de choque económico destinadas a abordar la profunda crisis económica que enfrenta el país sudamericano. El ministro de Economía, Luis Caputo, fue el encargado de presentar estas acciones que buscan estabilizar la economía y reconstruir su potencial.
Una de las medidas más destacadas es la devaluación de la moneda argentina, con el tipo de cambio oficial del dólar pasando de 366 a 800 pesos argentinos. Esta devaluación, superior a 50 por ciento, se presenta como un intento de incentivar la inversión extranjera, según afirmó Caputo. Además, se eliminan los subsidios en energía y transporte, que, según el ministro, se traducen en una carga inflacionaria que termina afectando a los sectores más vulnerables.
En el marco de un programa más amplio, el gobierno reducirá el gasto público, disminuyendo los ministerios de 18 a 9 y recortando las transferencias discrecionales del Estado a las provincias. También se suspenden las obras públicas, que se financiarán con fondos privados. Caputo subrayó la necesidad de enfrentar el déficit fiscal para restaurar la estabilidad económica.
Estas medidas han generado diversas reacciones, y el presidente Milei ha enfatizado que, aunque la situación podría empeorar en los próximos meses, es necesario decir una verdad incómoda en lugar de ofrecer falsas comodidades. En un gesto de transparencia, se suspende la publicidad del gobierno por un año, con un ahorro estimado de 34 mil millones de pesos argentinos en 2023.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha respaldado las acciones adoptadas por el gobierno argentino, calificándolas como decisivas para abordar los desafíos económicos del país. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, expresó su satisfacción y consideró que estas medidas son un paso importante hacia la restauración de la estabilidad y la reconstrucción del potencial económico argentino.
En este contexto, el presidente Milei, desde los primeros días de su investidura, ha aplicado recortes y medidas de austeridad como parte de una terapia de choque que, según sus convicciones, es esencial para superar la crisis económica que afecta a Argentina. El ministro Caputo advirtió sobre el riesgo de "hiperinflación" que el país enfrenta, subrayando la urgencia de abordar la situación de manera contundente.