Jackeline Rojas Heredia /Escritora, periodista y activista
El primer trabajo, Violencia contra la Mujer, de tres que la autora anuncia como Rostros del Maltrato en nuestra Sociedad, es, desde el mismo título, un golpe de realidad que se suele ignorar.
Márcia Batista Ramos describe las aristas que engloban la violencia contra la Mujer, solo por ser Mujer (valga la redundancia) desde lo íntimo, el seno familiar hasta lo social, lo público y las consecuencias, quizá no perceptibles pero reales que ese mal genera a nivel global en el desarrollo humano, social y económico.
Tema diario en todas las ediciones de noticias y en todas las redacciones, repetición sistemática en una sociedad que consume y se entretiene con el amarillismo de la información, tanto mejor si esos casos de violencia se relacionan con personajes públicos ahí los ribetes de escándalo toman fuerza y tienen éxito seguro entre mentes morbosas. Los otros, los que no involucran a figuras públicas solo pasan a engrosar las cantidades cada vez más altas de víctimas femeninas.
Batista toca la fibra profunda, corta y penetra las capas de la cebolla, interpela, desde su análisis, los valores culturales dominantes en las sociedades del mundo, los mitos, la religión, la estructura familiar, la violencia de pareja, la violación, el comercio sexual, el sistema jurídico, pero va más allá y describe como una mujer ingresa en ese círculo vicioso en esa “escalada” que, si no se llega a quebrar, solo concluye en la muerte, en el feminicidio.
Es importante la obra de Batista no porque reviva o recuerde la información que se genera entre los especialistas del tema, es importante porque llega al espíritu lastimado, a la paz quebrada de quienes caminamos por esos senderos estrechos y pedregosos. Son páginas que deben ser leídas por mujeres, adolescentes y por los mismos hombres para que así no sea de manera inmediata, les llegue la duda, y se cuestionen sobre sus valores, conocimiento, pensamiento, sobre esas nociones básicas con las que todas y todos fuimos criados.
Se nos acostumbró, como sociedad, a ser implacables con la mujer, a tachar a la amante como la quebrantadora de hogares, a la madre de una menor desaparecida, violada o asesinada, como la culpable por no vigilar, proteger o ejercer su rol ineludible de madre. Las mujeres somos siempre las culpables, en tanto los hombres son solo “víctimas” de sus deseos, víctimas de las aventuras por eso deben mentir, engañar, violar, golpear y si es preciso, matar, ellos simplemente reaccionan a la provocación de los “diablos” con cabello largo, corto y con formas curvilíneas.
Se niegan los logros y avances de las organizaciones feministas, de mujeres que destapan la violencia y la gritan y toman las calles para exigir respeto por la vida, ellas son las otras “culpables” en una sociedad enviciada de machismo es inevitable que existan las brujas y que se busque condenarlas por difundir discursos rebeldes, por la existencia de divorcios, de familias quebradas como si no hubiesen estado quebradas ya, por la violenta represión que persiste en los “hogares” Esta obra rememora la historia, la nuestra, la de la humanidad herida desde un tiempo remoto, una historia sin fin, una humanidad que no puede y no podrá desarrollarse a plenitud hasta que no haga las paces con su otra mitad, con su ajayu, con la mujer, más tierra, más raíz, mas cimiente, más generadora de vida. Gracias a la estructura de esta obra y a las palabras en ella, es que quienes nos atrevemos a retornar los pies sobre lo andado, a caminar por esos senderos estrechos, también rememoramos que una vida en armonía es posible.
Aqui puedes descargar gratis el libro: http://inmediaciones.org/wp-content/uploads/2020/09/Marcia-BR-VIOLENCIA-CONTRA-LA-MUJER.pdf
Tomado del portal Inmediaciones, con la autorizaciòn de la autora del libro, Márcia Batista Ramos.