• 07 de Mayo del 2024

Aborto para salvar a la víctima

Child/Alexas_Fotos/Pixabay / Child/Alexas_Fotos/Pixabay

 

Ese viejo inmundo, le robó la vida. Porqué la magnitud del daño psicológico que un hombre degenerado causa a una niña al violarla, es inmensurable

  

Márcia Batista Ramos

En Bolivia, salió a la luz (porque muchos de esos casos se quedan en tinieblas) el caso de una niña de 11 años violada por un psicópata infeliz, de 62 años de edad. Ese viejo inmundo, le robó la vida. Porqué la magnitud del daño psicológico que un hombre degenerado causa a una niña al violarla, es inmensurable.

Las consecuencias de la victimización a corto plazo son, devastadoras para el funcionamiento psicológico de la víctima, sobre todo cuando el agresor es un miembro de la misma familia, como es el caso en cuestión.

Las consecuencias a largo plazo se relacionan con la aparición de alteraciones emocionales o de comportamientos sexuales inadaptados en la vida adulta, con serios problemas de auto estima y un dolor constante, que se manifiesta como depresión y en muchos casos, puede llevar la víctima al suicidio.

La niña de 11 años violada reiteradas veces, por el tarado de 62 años de edad, se quedó embarazada.

Me exasperó, el hecho de que la sociedad boliviana en su conjunto, no salió a las calles a gritar exigiendo justicia y la preservación los derechos de la niña.

¿Ya se ha vuelto normal la violación sexual de menores? Pareciera que la sociedad se ha vuelto apática ante la vejación de una menor.

La situación de desprotección y los factores de vulnerabilidad de la infancia, parecen hacer parte de un cotidiano que no importa a una sociedad indolente y permisiva con los enfermos sexuales que atacan a mujeres y niñas. Mostrando, la falta de conciencia sobre los derechos humanos de las mujeres y niñas. Reflejando la desprotección en que se encuentran las mujeres y niñas en Bolivia.

Me encolerizó saber que la niña no recibió la protección adecuada de las autoridades y seguirá, por más algunos meses, sufriendo la TORTURA de un embarazo no deseado, porque el Estado no la protegió y no la sometió a un aborto terapéutico.

No entiendo la vulnerabilidad de un Estado, que no hace cumplir sus propias Leyes y normas.

Sé que nadie tiene el derecho de seguir TORTURANDO esa niña de 11 años, manteniéndola por coerción, presión psicológica, lavado cerebral, chantaje o lo que fuera en una situación de preñez forzada.

Bolivia es un país Laico, pero la iglesia católica, intervino en el caso:

No para excomulgar al violador de la niña.

La intervención de la iglesia es para seguir torturando a la niña, obligándola a llevar a término un embarazo no deseado. Poniendo en riesgo su vida.

¿Qué hará la iglesia si la niña muere?

¿Y el Estado? Que permite que la iglesia se interponga ante las Leyes y siga torturando a una criatura indefensa.

¿Tiene eso relación con la idea machista de que las personas del sexo femenino son inferiores?

Los derechos de la niña víctima, ¿quién los garantiza?

Me encolerizó ver la indiferencia de una sociedad que se reúne para linchar a un supuesto ladrón de garrafas de gas, pero no le importa la vida de una niña vejada por un innombrable delincuente.

¡Basta de torturar a la niña violada! ¡Ella tiene derecho al aborto! Porque en los casos de violación el aborto es un derecho de la mujer violada.

En el caso de una violación de una niña, preadolescente, el aborto es una obligación del Estado para salvar la víctima.

 

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Márcia Batista Ramos, nació en Brasil, en el Estado de Rio Grande do Sul en mayo de 1964. Es licenciada en Filosofía por la Universidade Federal de Santa María (UFSM)- RS, Brasil. Radica en Bolivia, en la ciudad de Oruro. Es gestora cultural, escritora y crítica literaria. Editora en Conexión Norte Sur Magazzín Internacional, España. Columnista en la Revista Inmediaciones, La Paz, Bolivia y Columnista del Periódico Binacional Exilio, Puebla, México, Mandeinleon Magazine, España, Archivo.e-consulta.com, México, Revista Barbante, Brasil, El Mono Gramático, Uruguay. Además, es colaboradora ocasional en revistas culturales en catorce países (Rumania, Bolivia, México, Colombia, Honduras. Argentina, El Salvador, España, Chile, Brasil, Perú, Costa Rica, USA, China, Nepal, Uzbekistán, Paquistán, Arabia Saudita). Publicó: Mi Ángel y Yo (Cuento, 2009); La Muñeca Dolly (Novela, 2010); Consideraciones sobre la vida y los cuernos (Ensayo, 2010); Patty Barrón De Flores: La Mujer Chuquisaqueña Progresista Del Siglo XX (Esbozo Biográfico, 2011); Tengo Prisa Por Vivir (Novela Juvenil, 2011 y 2020); Escala de Grises – Primer Movimiento (Crónicas, 2015); Dueto (Drama, 2020); Rostros del Maltrato en Nuestra Sociedad –Violencia Contra la Mujer. (Ensayo, 2020); Universo Instantáneo (Microficción, 2020).