• 03 de Mayo del 2024

Arturo Prado Lima: el silencio que habla

 

 

Laura Díaz San Miguel

– París, 08-23

Me gustaría preguntarle al escritor y poeta colombiano Arturo Prado Lima por qué la sequía de su producción literaria y periodística, ese silencio azul, sobre todo en este último año. No he vuelto a leer absolutamente nada en ninguna revista impresa o virtual, a excepción de sus breves comentarios en la página web conexionortesur.com de la cual, entiendo,  es su director. Esa pluma que corta como un bisturí ardiendo, que sufre y goza asumiendo la realidad tal como él la ve, a mí, personalmente, me hace mucha falta. Y no solo a mí, sino a toda una generación que se ha sumergido en su “Melizza, juntos moriremos menos”, o en el último libro “Tú me desnudas y me llaves en los brazos al cielo”. Espero que, contrario a lo que pienso, no se trate de una claudicación literaria, sino de un periodo de reflexión y preparación de cosas mejores. A propósito, ¿Qué pasa con tu largamente anunciada novela Memorias de una silla vacía?

Lo pienso y lo escribo porque considero que Arturo Prado Lima es un escritor original y lúcido que va dejando una huella importante en el mundo de la literatura y el periodismo. No sólo en el sur de Colombia, donde inicia su viaje hacia el corazón de la poesía y la narrativa, sino más allá de las fronteras del ya tambaleante “patio trasero” de los Estados Unidos de América. Su estilo único y su capacidad para cautivar al lector lo convierten en un referente imprescindible para aquellos que buscan los beneficios de una buena interpretación periodística del acontecer diario y una buena lectura.

La importancia de Arturo Prado Lima radica en su capacidad para guiar al lector a través de sus historias. Sus narrativas son fluidas y envolventes, lo que permite al lector sumergirse por completo en sus mundos imaginarios, que son sus condiciones cotidianas, pues sus personajes son tan reales y complejos que es imposible no conectar con ellos. Prado Lima tiene la habilidad de hacernos sentir como si estuviéramos viviendo las experiencias de sus protagonistas, que, nuevamente, son sus experiencias vitales llevadas a su máxima expresión a través de la literatura.

La creatividad de Prado Lima es otra de sus cualidades destacadas. Cada una de sus obras es una muestra de su imaginación desbordante, creíbles porque son la sustancia de la realidad pura y dura en las que cohabita con sus pasiones y sus nostalgias. Sus historias nos transportan a lugares y épocas diferentes, despertando nuestra curiosidad y manteniéndonos enganchados hasta la última página. Su capacidad para crear tramas originales y sorprendentes es digna de admiración en su obra que, en realidad, no está publicada en su esencia y totalidad, pero que supone una maravillosa aventura en el futuro cercano.

Lo extraño porque Prado Lima es un escritor moderno que ha sabido adaptarse a los tiempos y capturar la esencia de nuestra sociedad actual. Sus obras y artículos de opinión reflejan la realidad de una manera cruda y honesta, abordando temas relevantes y actuales. A través de sus escritos, Prado Lima nos invita a reflexionar sobre cuestiones sociales, culturales, políticas y emocionales, despertando en nosotros una conciencia crítica sobre el mundo que nos rodea.

Además de su talento como escritor, Prado Lima también destaca como ejemplo para aquellos que sueñan con adentrarse en el mundo de la escritura. Su estilo es llamativo y contagioso, además de llevar sus poemas y sus historias a las profundidades del ser humano, que es lo que en realidad le importa a este escritor colombiano que vive desde hace muchos en la España moderna de la Vieja Europa. Espero volver a sus páginas, a sus luchas, incluso a su silencio, ese que ahora practica, pero que como buen artista de la palabra, ha dejado sembrado de mensajes que yo suelo comprender desde mi condición de neófita de la literatura. A estas alturas, cuando el mundo se cae en pedazos y surgen otras estructuras mentales, sociales y culturales, su opinión es elemental. No sé cuáles sean sus condiciones de vida hoy, pero yo espero volver a leerlo pronto.