Con el respeto que se merecen en su contexto personal, es una tristeza esta alineación que llegará, de modo sorpresivo, tras la resolución de este lunes de la Sala Regional Ciudad de México (SRCdMx) del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Arriban sin hacer campaña y por decisión de un puñado de personas de dudosa capacidad de decisión, que están en la cúpula morenista. Honestamente, ninguno merece estar en la representación del Poder Legislativo poblano. Es una horda, una pandilla.
Llegarán por esta vía, la de privilegio y de absoluta inequidad, personas acusadas de haber vendido las candidaturas y otros temas delicados, como el enlace del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena en Puebla, Carlos Alberto Evangelista Aniceto, en el lugar 2.
A él algunos de sus compañeros lo consideran el “recaudador” de Mario Martín Delgado Carrillo, presidente del CEN, en Puebla. Pretendió ser el coordinador del Grupo Legislativo, pero entre que llegaba y no llegaba, además de que no le vieron sus colegas estatura, se quedó fuera de esa posición que hoy tiene Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Está también como pluri, en el sitio cuatro, el secretario general en funciones de presidente estatal, Édgar Garmendia de los Santos, quien está también formalmente denunciado ante las autoridades por cobrar por las candidaturas.
El primer lugar fue para Daniela Mier Bañuelos, hija del coordinador de los diputados federales morenistas, Moisés Ignacio Mier Velazco, de quien no hay a la vista referencias de su trabajo social, profesional o político. Es un evidente caso de nepotismo.
Ocupa también una curul de Representación Proporcional la diputada saliente Tonantzin Fernández, quien ha sido internamente señalada como disidente o “traidora” de la Cuarta Transformación poblana.
En el quinto sitio llega la militante Eliana Angélica Cervantes González, quien obtuvo la postulación por sorteo.
Las diputaciones plurinominales debieran ser, en el escenario ideal, lugares reservados para luchadores sociales, fustes de sus partidos o para parlamentarios respetables y con experiencia.
Morena ha llevado precisamente a todo lo contrario.
El lopezobradorismo ha planteado la urgencia de que, al menos, se reduzcan los espacios plurinominales en el Congreso de la Unión y también en los Legislativos estatales. En la propuesta de reforma política-electoral está contemplado el tema.
Puebla tiene 15 lugares plurinominales en su Congreso. Son muchos, muchísimos, e innecesarios, si van a ser ocupados por personajes así.
Es profundamente decepcionante.