• 11 de Diciembre del 2024

Puebla y el desafío histórico del reparto equitativo del agua

El agua como un derecho humano para la población, debe ser interés de todos, ser visto de manera integral, en el que todos debemos asumir el compromiso para un aprovechamiento eficaz, para poder hacer contención y evitar que a futuro el problema de la escases, siga en incremento, de tal forma que las autoridades de manera inmediata puedan tomar cartas en el asunto, y atender el problema desde todos los ángulos involucrados, desde el área científica, tecnológica y mediante la aplicación de un plan hídrico que se alinea con el Acuerdo Nacional por la Seguridad y Sustentabilidad Hídrica.

En el marco del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, Puebla asumió un papel clave en los compromisos establecidos para garantizar el acceso equitativo al agua y la protección de las cuencas hídricas. El saneamiento y rescate del Río Atoyac será prioritario al reconocer su importancia para la salud, el desarrollo agrícola y la economía de la región.

El planteamiento de este programa integral ha sido comentado con los sectores involucrados con el objetivo de que este pueda contar con la participación de todos para enfrentar los problemas ocasionados por el estrés hídrico, y que permita una equitativa distribución y conservación, además de proyectos de captación, para canalizar la lluvia, hacia lugares como presas y bordos, y rescatar los ríos que atraviesan por los municipios y la ciudad capital como el Atoyac y el Alseseca, entre otros.

La consolidación de acciones para el saneamiento integral del Río Atoyac,  fortalece la vigilancia contra descargas contaminantes, moderniza los sistemas de riego para un uso más eficiente del agua, y desarrolla nuevas plantas de tratamiento en puntos críticos, en uno de los municipios en donde crece este afluente y en el que se pactó trabajar en programas educativos para sensibilizar a las comunidades sobre el uso responsable del agua, en colaboración con instituciones como la CONAGUA, la BUAP y el INAOE.

Estos proyectos deben verse reflejados con impactos directos en sectores clave en Puebla, como el campo y la industrialización del sector agroalimentario e industrial, bajo un enfoque sustentable que complementan los trabajos que fueron impulsados y dieron inicio con la toma de muestras para la limpieza del río, en el que se ven beneficiados 70 municipios en el estado de Puebla, por los que atraviesa el afluente y que forman parte de una estrategia integral para enfrentar un desafío histórico.

El rescate del Río Atoyac no solo es un compromiso ambiental, sino una prioridad para mejorar la calidad de vida y fomentar un desarrollo sostenible para las futuras generaciones.

La estrategia también debe considerar, mejorar y mantener las redes de distribución con el objeto de evitar el desperdicio y al mismo tiempo realizar una investigación para conocer los recursos para el costo y manejo de agua, además de un Plan de Ordenamiento en las Concesiones y Transmisión de los Derechos de Agua, cuyo objetivo principal es corregir la distribución desigual del recurso, en donde ciertas zonas cuentan con exceso de concesiones, mientras que otras sufren por la escasez del vital líquido para consumo humano.

La tecnificación de los sistemas de riego en el campo también son un punto esencial, prioritario que se centrará en diversas estrategias para cosechar y rescatar agua de lluvia y de los manantiales, así como en el uso de tecnología avanzada para optimizar el consumo de agua dulce en el sector agrícola, con el uso de paneles solares en las 6 mil sociedades de pozos que hay en el estado.

La importancia de mantener y mejorar las redes de distribución de agua, cuestiona la falta de inversión de la empresa privada que gestiona el agua en Puebla, investigar el destino, uso y distribución de recursos para entender en qué se ha invertido, además de tener una comprobación clara del costo en el manejo de agua, drenaje y potabilización que aparece en los recibos de cobro de los ciudadanos.