Pero no estamos indefensos. A través del refacultamiento ciudadano—el empoderamiento y capacitación de los ciudadanos—podemos desarrollar tres soluciones, o "vacunas", para contrarrestar estas amenazas. En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) jugará un papel dual, pudiendo ser tanto una herramienta de solución como de complicación.
La Polarización: El Primer Jinete
La polarización ha dividido profundamente a nuestras sociedades. En México, por ejemplo, el 10% más rico concentra el 64.4% de la riqueza, mientras millones viven en pobreza extrema. Esta desigualdad se refleja también en el ámbito informativo. Las redes sociales, impulsadas por algoritmos de IA, tienden a mostrarnos contenido que refuerza nuestras propias creencias, creando burbujas informativas y agravando la división. Es como vivir en una habitación de espejos donde solo vemos reflejadas nuestras propias ideas.
Para contrarrestar la polarización, proponemos fomentar el diálogo comunitario dirigido. Esto implica crear espacios—tanto físicos como virtuales—donde los ciudadanos puedan interactuar con personas de diferentes perspectivas, apoyados por herramientas de IA que faciliten la comprensión mutua. Este tipo de periodismo ciudadano deliberativo ya existe en algunos medios digitales que promueven debates constructivos sobre temas complejos.
Imaginemos talleres comunitarios donde personas de diversas ideologías se reúnen para conversar y debatir, no para confrontar, sino para entender y construir puentes. En países como Canadá y España, se han implementado círculos de diálogo comunitario que han demostrado ser efectivos para reducir tensiones sociales y promover la cohesión. Estos espacios permiten que las voces diversas sean escuchadas y consideradas, fortaleciendo el tejido social.
La Posverdad: El Segundo Jinete
La posverdad ha transformado radicalmente la manera en que consumimos información. En la era de la posverdad, los hechos objetivos son menos influyentes que las emociones y las creencias personales. Según estudios, más del 60% de los adultos en América Latina están preocupados por la desinformación en redes sociales. La IA, en su uso más oscuro, ha sido utilizada para crear "deepfakes" y noticias falsas que se viralizan rápidamente, generando confusión y desconfianza.
La solución ante la posverdad es promover una alfabetización mediática y digital práctica y comunitaria. No se trata solo de enseñar a distinguir entre noticias verdaderas y falsas; es necesario proporcionar a los ciudadanos herramientas tecnológicas que faciliten la verificación de información en tiempo real. Aplicaciones basadas en IA, como Google Fact Check, permiten a usuarios y periodistas corroborar datos de manera eficiente.
La educación es fundamental y debe comenzar desde edades tempranas. En países como Finlandia, la alfabetización mediática es parte integral del currículo escolar, preparando a los estudiantes para analizar críticamente la información desde jóvenes. Además, iniciativas como las brigadas digitales, conformadas por voluntarios que identifican y denuncian noticias falsas, fortalecen una red ciudadana comprometida con la verdad.
Una analogía útil es pensar en aprender a navegar en un río turbulento: si sabemos distinguir entre las corrientes peligrosas y las seguras, podremos avanzar sin naufragar en un mar de desinformación.
El Populismo: El Tercer Jinete
El populismo es quizás el más insidioso de los tres jinetes. Los líderes populistas manipulan la opinión pública utilizando los medios de comunicación y apelando a las emociones más básicas. La política se convierte en un espectáculo donde la verdad pasa a segundo plano frente al impacto emocional. Esto erosiona la confianza en las instituciones y simplifica problemas complejos con soluciones fáciles pero engañosas.
Para enfrentar el populismo, es esencial promover una participación ciudadana activa. Cuando los ciudadanos se apropian de los espacios de discusión pública y participan de manera informada, el populismo pierde fuerza. Plataformas como OpenGov permiten que ciudadanos y gobiernos colaboren en la creación de políticas públicas, aumentando la transparencia y la confianza.
El papel de los creadores de contenido ciudadano es vital en este contexto. Al convertirse en actores activos de la información y no solo en consumidores pasivos, los ciudadanos pueden contrarrestar la manipulación y fomentar un debate más equilibrado y auténtico. No se trata solo de resistir al populismo, sino de actuar proactivamente para fortalecer la democracia.
Estamos en una encrucijada histórica para el periodismo y la sociedad. La Inteligencia Artificial puede ser una herramienta poderosa para amplificar nuestras capacidades y construir una sociedad mejor informada y más crítica, o puede ser un instrumento que profundice las divisiones y la desinformación.
Los tres jinetes—la polarización, la posverdad y el populismo—representan amenazas reales, pero no insuperables. Las tres vacunas propuestas—el diálogo comunitario dirigido, la alfabetización mediática y la participación ciudadana activa—son estrategias concretas que pueden aplicarse desde el refacultamiento ciudadano para empoderar a las personas y devolverles el control sobre la información.
Imaginemos una sociedad de "humanos centauro", donde la tecnología y la inteligencia humana se complementan para potenciar lo mejor de nosotros mismos. Porque lo que está en juego no es solo el futuro del periodismo, sino el futuro de nuestra democracia y nuestra capacidad para convivir en sociedad.
Es momento de actuar, de asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos y de utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para construir un futuro más informado, más justo y más democrático; desde las antípodas daremos cuenta y seguimiento a este desafío social imprescindible.