La Roma no llegaba a una final europea desde 1991, hace 31 años, cuando perdieron la Copa UEFA ante el Inter de Milán. Contaba con solo un trofeo en el Viejo Continente, la ya extinta Copa de Ferias en 1961.
Pero después de tanta sequía, la Roma llegaba a esta instancia como visible favorito, equipo proveniente de la Serie A de Italia y de donde llegaban luego de haber culminado en la sexta posición de la tabla, con lo que se encuentran instalados en la Europa League para el próximo torneo.
El Feyenoord la última vez que estuvo presente en una final europea fue hace 20 años, cuando no pudo ganar la Supercopa de Europa contra el Real Madrid.
En ese mismo año, 2002, el cuadro holandés venció al Borussia Dortmund en la final de la Copa UEFA y precisamente aquel título fue el último de los siete campeonatos europeos que posee este equipo.
Asimismo, el Feyenoord llegaba a esta instancia luego de concluir tercero en la Eredivisie de Holanda, y aunque en apariencia estaba mejor rankeado que su rival, debemos entender que el nivel de las ligas entre sí es muy distinto, con todo y todo, el Feyenoord también está instalado en Europa League para el siguiente torneo.
El partido comenzaba con mucha alegría y emoción para los aficionados de ambas escuadras, pero lo que ocurría en la cancha no daba muchos ánimos a nadie, los primeros minutos fueron carentes de intensidad e incluso el Feyenoord era quien tenía más posesión del balón, pero sin llegadas a portería.
Luego de 30 minutos en las gradas se contagiaban los bostezos y en las salas de los hogares se hablaban temas mejores.
Afortunadamente Nicolo Zaniolo encendía la alegría de los aficionados romanos con una gran reacción y definición, bajaba un difícil balón con el pecho dentro del área y, ante la salida Bijlow, el italiano acariciaba la pelota oportunamente y la mandaba al fondo de la red.
Al minuto 32’ todo estaba definido: Roma 1 Feyenoord 0.
Pero Mourinho no estaba satisfecho y mandaba a sentar a la banca que ya saltaba de emoción, qué temple del técnico de la Roma que ahora, aún sin saberlo, sumaba un quinto título europeo a su carrera.
Ni la Roma ni el Feyenoord lograrían nada más, el equipo holandés manejaría mejor la bola y la Roma se defendería de forma implacable, así hasta el final del encuentro.
Con este título la Roma vuelve a sonreír luego de 61 años, e Italia vuelve a tener un equipo campeón en una competencia europea.
El último fue del Inter en 2010, también con Mourinho en el banquillo, cuando derrotaron el Bayern Múnich en aquella edición de la Champions.
Un Mourinho que ahora puede presumir de ser el primer entrenador en ganar esta competición y el primero en ganar Champions, Europa League y Conference League, las tres competiciones europeas que se disputan simultáneamente a partir de este año futbolístico.
Este 28 de mayo se disputará la final del torneo más importante de Europa, la Champions League, cuando se midan el Liverpool ante el Real Madrid en el Stade de France en París, encuentro que sin duda será otra Joya Deportiva.