• 03 de Mayo del 2024

La voz íntima de Tony Bennett

 

 

Aldo Fulcanelli

El nombre del cantante estadounidense Tony Bennett, se encuentra inscrito con letras de oro en el abrevadero de la música popular, por más de una razón.

Anthony Dominick Benedetto, nació en Nueva York en el año de 1926, se inició en la música desde pequeño, en 1936. Sus dotes musicales le permitieron trabajar en clubes nocturnos, interpretando la música de moda.

Fue por sugerencia del comediante Bob Hope, que Anthony Benedetto, cambió su nombre por el de Tony Bennett, fue así como en 1951, conoció por vez primera las mieles del éxito, luego de grabar la canción "Because of You", que permaneció en los primeros lugares de popularidad.

A dicha canción, siguieron "Cold, Cold Heart", "Rags To Riches”, “Strangers in Paradise", "Blue Velvet", entre otras; que posicionaron a Bennett en el gusto del público estadounidense.

La voz de Tony Bennett, se fue expandiendo al ritmo del swing y la balada jazz, al amparo de su estilo de interpretar único. La mano en el bolsillo, la mirada en el horizonte, y una media sonrisa algo nostálgica, catapultada por un vibrato deliciosamente áspero; un tesoro entregado a cuentagotas en cada canción.

En 1962, la canción "I Left My Heart in San Francisco", lo ubicó de nuevo en las alturas, convirtiéndose en un éxito sonado. Pese a la llegada de los años 60's, con el galopante Rock and Roll, y la melcocha de los sixteen candles, Bennett se mantuvo fiel a su estilo, que lo equiparó con otras estrellas del momento como Frank Sinatra, Perry Como, Bing Crosby, Judy Garland, que resistieron el embate de las nuevas modas musicales.

En los 70's la carrera de Bennett entró en una lamentable recesión, motivada por su adicción a las drogas, y una crisis financiera. Pero en 1979, luego de superar los escollos, Tony Bennett resurgió, poco a poco retomó su vuelo de intérprete de lujo, el favorito de los clubes nocturnos que atiborro estadios y teatros.

Bennett apareció como siempre, vestido de traje, un gentleman, sólo frente a un piano de media cola, murmurando a media voz las canciones que en si mismas, fueron un pedazo de la historia sentimental de América.

Bennett retomó su repertorio de autores como Cole Porter, George Gershwin, Irving Berlin, y otros afamados dioses de los standars, para demostrar que era una estrella que nunca se apagó, dispuesto a retomar su ascendente trayectoria.

Años después lanzó su álbum "Duetos", donde compartió micrófono y sentir, con estrellas de la música latina y estadounidense. Pero fue el álbum "Cheek To Cheek" (2014), al lado de Lady Gaga, que lo llevó nuevamente hasta los cuernos de la luna, permitiéndole acceder al público más joven, que convirtió el disco en un éxito de ventas mundial.

Luego del álbum, Tony Bennett y Lady Gaga, se volvieron uno de los duetos musicales más afamados a nivel internacional, sus apariciones fueron de total antología. Se trataba de la voz masculina más experimentada de la música, y al lado, la estrella femenina más versátil, capaz de excitar con su voz a las grandes audiencias, interpretando standars.

A lo largo de su amplísima trayectoria, que abarcó al menos 70 años (algo totalmente inusitado para el Showbiz) Tony Bennett conquistó 19 premios Grammy, fue honrado con el Kennedy Center Honors, pero además, mantuvo un pie en el siglo XX, y otro en el XXI, distinción que pocos artistas logran.

Sus grabaciones con la Orquesta de Count Bassie, son de total colección, y los dos álbumes que grabó junto al pianista de jazz Bill Evans, una preciada joya musical.

Tony Bennett se retiró a los 94 años de edad, convirtiéndose en el artista más longevo de su tiempo, lo hizo en un concierto junto a Lady Gaga en el 2021. Pero años antes, ya Tony Bennett se había regenerado, había logrado absolver a sus demonios interiores.

La esencia de aquella voz áspera, deliciosa como la última resaca, que con el recuerdo nos aproxima a lo mejor de la historia musical de un siglo, nos acompaña desde los vientos de la memoria. Nos recuerda el poderío de la música, de la mano de una voz inolvidable.