En la historia del partido propiedad de Alberto Anaya, es la primera vez que se lanza una propuesta de corte financiera contra el Fobaproa. Aunque es un tema complejo y en el que hay intereses que trastocan a personajes como Arturo Zaldívar, ya que fue litigante en un despacho encargado de tramitar, en años pasados, el amparo de banqueros corruptos.
En sus años de litigantes comenzó a tejer una estructura de tráfico de influencias y de relaciones con integrantes del conservadurismo, desde las estructuras del poder financiero y jurídico. Su trabajo estuvo directamente relacionado con el Fobaproa.
El desconocimiento de la historia contemporánea y carecer de entendimiento de un tema que ni siquiera se toca en campañas electorales, llevaron a los petistas a convertir su propuesta en una gracejada. La diputada Magdalena Núñez se escandaliza y llama a la deuda histórica como “inmoral, inconstitucional e ilegal”. Todo alejado de la realidad y la historia.
Sin embargo, olvida que el expresidente Andrés Manuel López Obrador, aunque fue un opositor a ultranza de la creación del ese fondo tampoco propuso no pagarlo. Incluso, hace 26 años en algún momento admitió convertir pasivos de esa operación en deuda pública.
Todavía meses antes de terminar su sexenio explicó que no se puede dejar de pagar pese a ser una deuda derivada de un mal cálculo del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Por ello, el PT va, de nueva cuenta, en sentido contrario a la cuatroté.
Aunque el desconocimiento de los legisladores petistas no solo es de lo actual, el 28 de mayo de 1998, el entonces presidente del PRD –Andrés Manuel López Obrador– publicó en el diario Reforma un “Manifiesto a la Nación”, donde exigía que se auditaran y transparentaran las operaciones del Fobaproa, fincando las responsabilidades correspondientes. Pero también proponía aceptar la conversión de esos pasivos en “deuda pública”, a razón de 100 mil millones de pesos cada trimestre, luego de ser auditados, siempre que el gobierno se comprometiera a impulsar, de manera compensatoria, una política social de Estado, financiada con los ingresos petroleros excedentes.
En la actualidad existe una controversia al interior de la Cámara de diputados por el Fobaproa. Sin embargo, si el partido en el poder analiza rutas alternas a eliminar el pago de la deuda contraída en el sexenio zedillista.
En este debate, los petistas apuestan a una medida drástica, desinformada. Mientras Morena ni siquiera lo tenía contemplado desde el sexenio pasado. El ruido de los petistas vuelve a poner en vilo la relación con el partido en el poder. Van en contra sentido, pero eso se ha promovido desde la dirigencia para presionar y conseguir lo que piden. Es la nueva batalla de los esbirros de Anaya.
@imendozape