• 04 de Diciembre del 2024
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Las palabras falsas de Anaya

 

 

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

Tras el triunfo de Claudia Sheinbaum en las encuestas internas y ungida como Coordinadora Nacional de la Defensa de los Comités de la 4-T, el Partido del Trabajo, acostumbrado al cortesanismo, se subió a la ola de la institucionalización y del oficialismo. De esta manera, Alberto Anaya, dirigente sempiterno del PT, lanzó un “llamado enérgico para mantener la unidad de todos los aspirantes”.

El mensaje con dedicatoria, principalmente a Marcelo Ebrard, carece de un poder de convocatoria real para alcanzar la unidad. Sin embargo, se subió al pedestal de la “superioridad moral”, muy de moda para los integrantes de la cuatroté, y puso a Ebrard como un político lastimado por los resultados y errado en su ubicación histórica. Con ello, comenzó el cierre de filas de la cuatroté y la exclusión de las disidencias.

Después de 23 años, llegó el momento para Alberto Anaya de revirarle a Marcelo Ebrard que hace más de dos décadas, el partido de la estrella amarilla fue desplazado por el grupo político de Ebrard debido a su declinación cuando era el candidato a Jefe de Gobierno por el extinto Partido de Centro Democrático.

El Partido del Trabajo se convirtió en una rémora para el PRD desde 1999, en aquella época fue el encargado de meter cizaña entre Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Al haber destapado como su candidato presidencial a Cárdenas Solórzano. Sin embargo, el PT siempre ha jugado un papel de acomodaticio bajo la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ahora, desdobla sus intereses hacia Sheinbaum y se encarga de hacer el trabajo sucio para lanzar puyazos, disfrazados de eufemismos, contra Ebrard.

Alberto Anaya tardó tiempo en superar el desplazamiento hacia su partido, ya que tras la declinación de Ebrard el 15 de marzo de 2000, la suerte del PT creció medianamente. El partido de Alberto Anaya no tuvo candidatos a las 16 delegaciones, a diferencia de que el partido de Ebrard alcanzó una candidatura para Azcapotzalco —aunque perdió— y como base de su movimiento estaba un grupo de tianguistas que fueron los ganadores de ese espacio.

Ahora, Anaya Gutiérrez aprovecha el espacio que deja el grupo de Marcelo Ebrard en la cuatroté y comienza a trazar su segundo aire. Ebrard le es incómodo por el pasado y roces que tuvieron. El llamado enérgico de Anaya es la exhibición de la ruptura dentro de la cuatroté propiciada por Marcelo Ebrard. Esa es su manera de congraciarse y montarse sobre la lealtad exigida desde Palacio Nacional.

Según su documento, el llamado enérgico es “para mantener la unidad de todos los aspirantes, y así asegurar la victoria en 2024 y consolidar el proyecto de la 4T en México”. Sin embargo, no deja de cargarle, desde este momento, el error histórico a Ebrard, ya que quedará fuera del proyecto alternativo. Y aun así “recalcó el llamado a establecer el diálogo con quienes se hayan sentido lastimados en este proceso”. El golpe ya se asestó contra el movimiento de Ebrard. Y el PT fue el encargado de rasparlo.