Los seguidores del presidente Trump “asaltaron” el recinto legislativo y lograron ingresar a la sala donde se llevaba a cabo la sesión, que tuvo que ser suspendida.
Los hechos duraron varias horas y el saldo fue de 5 personas muertas, entre ellas una mujer simpatizante del aún presidente, quien fue baleada por la policía, así como un oficial de seguridad del recinto, quien fue golpeado con un extintor por parte de los simpatizantes.
Creo que en el consciente de todo el mundo estaba la posibilidad de cualquier situación en los Estados Unidos, menos observar lo que ha sido catalogado como “intento de golpe de Estado”, por los mismos congresistas norteamericanos, a manos de alguien que quiere retener el poder en un país que, hasta el día de hoy, era considerado una de las máximas expresiones de la democracia mundial.
Las voces que callaron durante estos 4 años de gobierno de Trump no se han hecho esperar más y, a días del cambio de poder, que se realizará el próximo 20 de enero, se habla incluso de invocar la Enmienda 25, para obligar al presidente a dimitir.
El vicepresidente Mike Pence rompió públicamente con el presidente, argumentando que él no puede someterse a las demandas de anular los resultados electorales, esto en una clara muestra de desacuerdo general por lo sucedido en este llamado golpe de Estado.
Quizá nadie imaginaba este escenario para los estadounidenses en el inicio del año y en la cercanía de su transición presidencial, con un presidente derrotado que fuera capaz de incitar a la toma de su propio gobierno, para desestabilizar su cambio de poderes.
No hay más palabras que la incredulidad ante algo que, no en las dimensiones, pero sin duda como hecho, rememora sucesos pasados que han atentado contra el pueblo americano.
Nuestros vecinos del norte están perdiendo el poder y la hegemonía a nivel mundial, estos hechos son una muestra de lo vulnerable que pueden ser sus instituciones y sin duda deberán hacer un trabajo a detalle los años venideros para evitar que de forma tan sencilla sean tomadas las instituciones que rigen la vida democrática de ese país y en general de la democracia que muchos países consideran un ejemplo.
No tengo dudas que es urgente para los americanos buscar mecanismos que eviten a toda costa que alguien como Trump llegue nuevamente a gobernar su país.
No sólo por los daños que no estamos seguros que han terminado, porque en tanto no sea destituido le quedan algunos días en el poder, sino porque no valorar las instituciones y querer perpetuarse en el poder por la fuerza y la demagogia, son algo que ya no deberíamos ver en este siglo.
Creo que debemos estar atentos a lo que se aproxima en el país del norte. Recordemos que para bien o para mal, los lazos comerciales y diplomáticos que tenemos con ellos tarde o temprano inciden en nosotros y solo espero que todo sea constructivo para el desarrollo de este 2021 en México.
Adiós Mr. Trump.
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Twitter @RicardoChavero
Secretario General del Partido Verde en Puebla Capital