• 03 de Mayo del 2024

Operación London Bridge

Puente en Londres / Facebook/Vilma A. Blasco

 

Sin duda la figura de Isabel II era la representación de un liderazgo valioso para el Reino Unido

 

 

Ricardo Chavero

La muerte de la Reina Isabel II ha activado un protocolo diseñado para despedir, como se debe, a una de las figuras más importantes dentro de las monarquías que prevalecen en el mundo. Isabel II lideraba una de las organizaciones más importantes del mundo, la llamada Commonwealth, misma que agrupa a 54 países independientes y semiindependientes, que están vinculados a la monarquía británica, sin que esto implique sumisión; en total, 2, 500 millones de personas están representadas en la Commonwealth, lo que nos dimensiona la importancia de la fallecida Reina. Y si bien sabemos que, las monarquías actualmente no ejercen influencia directa en la toma de decisiones de sus países, sin duda la figura de Isabel II, por el tiempo que estuvo en el reinado y por su capacidad de mantener a la organización, era la representación de un liderazgo valioso para el Reino Unido, tal era su importancia, que ex ante, su posible muerte fue anticipada, para asegurar, en lo posible, una transición de la corona sin turbulencias que desestabilicen a los ingleses.

El protocolo de actuación cuando llegue el denominado “Día D” que señala la muerte de la reina, es conocido como Operación London Bridge. Ese día, su Secretario Privado el honorable Edward Young, de manera inmediata, mandará un mensaje al Primer Ministro que este ejerciendo en ese momento, en este caso a Liz Truss, señalando lo siguiente “London Bridge is Down” (El Puente Londres Ha Caído); en ese momento el Primer Ministro pondrá en marcha la Operación Puente Londres donde, en minutos, los 15 gobiernos fuera del Reino Unido donde la Reina Isabel II era Jefa de Estado, serán informados a través de una línea segura y este mismo anuncio, se trasladará a las otras 36 naciones de la Commonwealth y a los líderes alrededor del mundo. Las puertas del Palacio de Buckingham se iluminarán y se colocará un tablón de color negro, al mismo tiempo, un flash de noticias alertará a los medios de comunicación de todo el mundo; todos los programas de la BBC se detendrán y procederán a emitir un informativo especial. El mismo día de la muerte de la Reina, su hijo mayor, Carlos, se convertirá inmediatamente en Rey; se informará que la bolsa de valores, las empresas y las tiendas de todo Reino Unido, probablemente cerrarán por respeto. El día después de la muerte de la Reina, en una retransmisión en vivo, Carlos dará su primer discurso oficial como Rey, y el gobierno jurará lealtad al sonido de una salva de 41 cañonazos en Hyde Park. Después de todo esto, el nuevo Rey se embarcará en una gira por todo Reino Unido visitando a los líderes del gobierno en las capitales de cada país. Cuatro días después de su muerte, el ataúd de la Reina será trasladado en una procesión militar desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall, donde permanecerá en custodia durante los próximos cuatro días, después de lo cual, el nuevo Rey, la familia y los dignatarios, presentarán sus respetos. Es en este momento, que las puertas se abrirán a los cientos de miles de personas que hagan cola afuera. Se estima que el funeral tendrá entre 10 y 12 días después del fallecimiento de su majestad, siendo seguro que, el día del funeral será un día festivo oficial para todo el Reino Unido. A las 11:00 horas, en punto, las campanas del Big Ben sonarán, el país guardará silencio y el ataúd será llevado a la Abadía de Westminster, donde 2000 invitados especiales inclinarán su cabeza en oración. Después del servicio, el ataúd será llevado al Castillo de Windsor y finalmente, a la Capilla de San Jorge, donde la Reina Isabel II descansará junto a su padre, el Rey Jorge IV. Un año después del funeral, se llevará a cabo la coronación oficial del nuevo Rey con lo que, una nueva era en la corona británica sucederá.

La Reina Isabel II era una piedra angular de la Commonwealth, era benefactora de más de 600 organizaciones sociales y sin duda, jugó un papel fundamental en la estrategia internacional de Inglaterra; esto significa que, su muerte, traerá consigo muchos cambios, no solo para el Reino Unido sino potencialmente, para todo el mundo. “Dios Salve a la Reina”.