Así es, el sistema de competencia en Estados Unidos se rige por lo que se conoce como Colegio Electoral, que no es otra cosa que la división de cada estado en electores, con base a su número de población.
Así, por ejemplo, el estado más importante en términos de electores es California con 55; le siguen Texas con 38 y Nueva York y Florida con 29 electores cada uno.
En total, la Unión Americana tiene 538 electores y se requiere de una mayoría de 270 para proclamarse triunfador. Por esto, en el país vecino del norte no gana quien acumule más votos, sino más electores, lo cual complica un poco más los pronósticos de quién será el vencedor de esta contienda.
Lo que es importante en esta elección es entender que hay estados que son abiertamente demócratas o republicanos, por lo que, en realidad, según los expertos, la pelea entre los candidatos está en 12 estados que en conjunto ofrecen 193 electores y que son Texas, Iowa, Georgia, Carolina del Norte, Florida, Ohio, Pensilvania, Michigan, Minnesota, Arizona, Wisconsin y New Hampshire.
Así, al parecer el efecto de la pandemia ha hecho mella y Joe Biden llevaría una ventaja en 9, por el mal manejo que se hizo de la misma, por parte de la administración de Donald Trump en esos estados.
Es importante mencionar que dada la importancia de Estados Unidos en el escenario mundial, este país no pude dejar vacante el puesto de Presidente, así que, en caso de que ninguno de sus candidatos alcance la cifra mágica de los 270 electores, recaería en el Congreso la facultad para elegir al próximo Presidente de nuestro vecino del norte, algo que es realmente importante a considerar, porque en estas elecciones también se eligen a una tercera parte de sus senadores y a sus 435 miembros de la Cámara de Representantes, lo que puede inclinar la balanza en caso de necesitar el uso de este mecanismo.
En este espacio ya he mencionado que estas elecciones en realidad son importantes para el futuro del planeta dado que, si bien Estados Unidos es aún la economía más importante del planeta, los expertos hablan de que ha perdido hegemonía ante países como China y quizá en algún momento deje de ser la economía dominante.
Esto puede traer graves repercusiones para países como el nuestro que dependen en su mayoría de esa economía.
El medio ambiente es quizá el paradigma que más juego tiene en esta elección, ya que, por un lado, Trump insiste en relajar las políticas ambientales para privilegiar el desarrollo de la industria local y Biden representa la posibilidad de mostrar al mundo que se puede crecer de la mano de un medio ambiente sano, a lo menos es su propuesta trabajos verdes.
Esta semana se define en mucho el futuro del mundo y es necesario entender que, así como es de complejo el sistema electoral en el país del norte, muchos podemos padecer esa complejidad por quien resulte ganador.
Estamos a punto de observar si resurge o si cede el principal protagonista del siglo XX en el orden mundial.
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Twitter @RicardoChavero
Secretario General del Partido Verde en Puebla Capital
