“Los Secretos son mexicanos, pero ellos no lo saben”, dijo Pancho Varona frente a un público que festejaba que estuviera a punto de cumplirse una cita que fue postergada más de dos años por la pandemia de Covid-19.
En el escenario del Centro Cultural del España en México, los músicos españoles se reunieron con medios de información y con parte de su público de cara a su presentación de este viernes en el Lunario del Auditorio Nacional.
“Creíamos necesario, desde hace muchos años, presentarnos ante el público de México, pues nuestro vínculo con la música de este país ha sido muy cercanos a la música ranchera, por culpa de nuestro abuelo que era un enamorado de su cultura y no cantaba, pero sí recitaba las letras”, recordó Álvaro Urquijo, líder de la banda española.
Durante la presentación, fue exhibido el documental La Historia de Los Secretos que narra la trayectoria de uno de los grupos fundacionales de la llamada Movida Madrileña de los años ochenta durante más de 40 años.
“Decidimos a empezar a hacer canciones y cantarlas en español, la referencia más cercana de letras muy bonitas era lo que nos había contado y narrado nuestro abuelo, fue una influencia muy importante. Canciones como Agárrate a mí María o Quiero beber hasta perder el control son rancheras escritas en España”, narró el cantante de la banda.
Álvaro Urquijo comentó que una vez que han logrado todo en España, a lo largo de 42 años de trabajo. “Nuestra deuda moral, era un poco pensar que tanto habíamos bebido de sus fuentes que era lógico que viniéramos aquí a presentarles lo que habíamos aprendido luego de escuchar letras tan bonitas como Ojalá que te vaya bonito o Un mundo raro que tanto nos han marcado”.
El músico compartió que el grupo debe su nombre a la discreción con la cual los hermanos Urquijo se reunían para hacer canciones y tocar, ante el enojo de su padre, quien les prohibió dedicarse a la música a finales de la década los setentas.
Al principio de su carrera Los Secretos se vieron ensombrecidos con la trágica muerte de su baterista José Enrique Cano Leal, “Canito”, circunstancia que derivó en un concierto de homenaje en el Salón de actos de la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid a donde acudieron algunos grupos que comenzaban a tocar en la época. Ese concierto es considerado el inicio de La Movida.
“Nosotros compartíamos el local de ensayo con Los Zombies, Kaka de Luxe y Mermelada, porque no pudimos pagar un local para nosotros solos; ahí había una amistad, una igualdad la batería de Canito la utilizaban todos, el amplificador de Los Zombies, entonces compartíamos micrófonos, compartíamos todo.
“Al año fue cuando muere Canito y todos los amigos que teníamos, que compartíamos las mismas inquietudes decidimos hacer un concierto de homenaje. La emisora que escuchábamos y que ponía nuestras maquetas quiso retransmitir el concierto; una de las cadenas televisivas de las dos que había en España, grabó el concierto y lo programó la semana siguiente. De esos grupos en pocas semanas todos teníamos disco en proyecto”, recordó Álvaro.
Sin embargo, el camino de Los Secretos como músicos siempre fue distinto al canon que se establecía entre las bandas de su generación. El grupo con un sonido Contry apeló a la música americana, entre ellas las rancheras clásicas, para hacer su música un poco distanciadas de las tendencias de moda.
Al recordar a Enrique Urquijo —cantante del grupo fallecido en 1999—, su hermano comentó que éste tenía una gran afición por la música mexicana, a grado de que en sus discos solistas retomó canciones del repertorio clásico de la música popular para sumarlas al suyo.
“En el año 93 paramos para que él sacara un disco, enamorado de la música mexicana; en el 97 hizo otro disco con versiones de música mexicana; le apasionaba la magia había en esas letras tan sencillas. Eso lo llevó en la sangre hasta que murió”, explicó.
La poca presencia en México derivó primero poque no hubo una disquera interesada en Los Secretos como un negocio, por otra parte, el estado de salud de Enrique mermó la posibilidad de que la visita al país se viera postergada.
Para concluir el encuentro, Los Secretos y Pancho Varona interpretaron una probadita de lo que se escuchará este viernes en el Lunario del Auditorio Nacional y tocaron Noches de Boda, Por el bulevar de los sueños rotos, Déjame y Quiero beber hasta perder el control, dejando la expectativa de un espectáculo hispanomexicano.
Ojos de gata / Y nos dieron las 10
La presentación prevé un repertorio de canciones de Los Secretos con un tinte de folclor tanto de su autoría como de Joaquín Sabina, que serán interpretadas al alimón con Pancho Varona, entre las que destaca la una versión especial de Ojos de Gata / Y nos dieron las 10, temas que comparten un mismo principio pero que terminan de manera diferente.
“Es muy interesante como una canción que fue escrita con el mismo principio lleva por un lado al fracaso, en el caso de Ojos de gata, y la otra al triunfo, un poco amargo al final, como puede ser Y nos dieron las 10; no se puede saber cuál es más bonita”, expresó Varona.
Joaquín Sabina y Enrique Urquijo, cantante de Los Secretos, se encontraron por casualidad una noche del Madrid de los ochenta postmovida en un bar y comenzaron a trabajar en una letra.
El tema se convirtió en Y nos dieron las diez, del disco Física y Química de Sabina, y en Ojos de Gata”, del álbum Adiós Tristeza de Los Secretos, que fueron publicados en con cinco meses de diferencia.
La relación entre Sabina y Los Secretos ha permanecido a través de los años. Álvaro Urquijo, guitarrista de la banda, cuenta que se encontraron en un concierto y el “Flaco de Úbeda” escuchó la calidad con la que interpretaban el tema “Por el túnel”. Le gustó tanto que decidió cantarla con ellos en su disco Directo de 1988.
En 2011, Los Secretos acompañaron a Sabina en su gira internacional y tocaron algunas piezas en el Auditorio Nacional. Álvaro Urquijo aparece en el video Por el bulevar de los años rotos, tema homenaje a Chavela Vargas compuesto por ambos músicos. “La música de Álvaro era mejor”, reconoce Pancho Varona.