Demócratas y republicanos deberán decidir antes de Navidad si el plan Build Back Better, un proyecto de gasto de 1.75 billones de dólares, beneficiará a las familias latinas migrantes y a los llamados dreamers, jóvenes que llegaron en la infancia a Estados Unidos.
El proyecto consiguió pasar en la Cámara de Representantes, pero será estudiado en el Senado norteamericano, en donde podría sufrir ajustes o será rechazado.
En caso de que el plan fuera aprobado en el Senado norteamericano, se beneficiarían sólo los residentes legales y los indocumentados quedarán fuera.
El plan Build Back Better es un proyecto del gobierno de Joe Biden en el que la migración no es central ni es esencial, sino que en realidad el proyecto tiene la intención de reactivar la economía y destinar recursos a salud, educación, y obras sociales de los estadounidenses.
Durante su campaña presidencial, Joe Biden prometió que enviaría al Congreso una reforma migratoria que mejorara las condiciones de vida de los indocumentados que ya residen en Estados Unidos.
Los republicanos no vieron con buenos ojos el proyecto de legalizar a los migrantes y hasta el momento el gobierno de Joe Biden ha intentado apoyar a la comunidad hispana como ha podido, pero ya no promete legalizarlos y menos la ciudadanía.
El plan Build Back Better es un proyecto que beneficiará a los padres de familia, que recibirán apoyo para sus hijos. Las personas jubiladas también se beneficiarán.
El proyecto fue aprobado en la Cámara de Representantes y deberá pasar en el Senado, en donde se encontrará con la oposición de los republicanos.
Los expertos consideran que el plan Build Back Better tendrá que ser negociado y que se ajustarán los montos que se destinan a cada rubro, incluido el de ayuda a migrantes hispanos.
