• 07 de Octubre del 2024
×

Advertencia

JUser: :_load: No se ha podido cargar al usuario con 'ID': 700

Jarana Beat, música moderna mexicana desde Nueva York

Desde Nueva York, el grupo Jarana Beat se asoma a las realidades del muro fronterizo entre cantos indígenas, hip-hop y música tradicional,

con la presentación de los sencillos “Coplas de un Desierto Testigo” y “El Wall”

La jarana, la kalimba, los batás, el ngoni y el cajón se dieron cita para menear el esqueleto del escucha en esta fusión musical: son jarocho, salsa, huapango, samba, y cumbia se unen al flamenco y al afro-beat para disfrutar sus influencias comunes en el escenario.
Sinuhé Padilla Isunza es un músico, bailarín e investigador mexicano que ha recorrido la República Mexicana, luego cruzó el océano Atlántico para visitar las montañas, ríos y tierras de Andalucía, en España, pasando después por Marruecos y finalmente, se aventuró por tierras sudamericanas.
Las experiencias en cada uno de estos lugares, buscaban inicialmente analizar y comprender ritmos tradicionales para identificar las similitudes y diferencias dentro de la música y la danza.
Las canciones que conforman “El Wall" cuentan con la participación Ana Tijoux y de la famosa coplista argentina Mariana Carrizo.
Más que una agrupación musical, Jarana Beat es un colectivo nacido de los múltiples y muy enriquecedores intercambios culturales que se viven en el Bronx: ahí donde la salsa y el hip-hop sorprendieron al mundo, tiene su base este proyecto que incluye, además de la composición de canciones originales, la vivencia de la música popular, su investigación y su difusión.
Tras cuatro años de trabajo, en 2011, Jarana Beat lanzó su primer álbum "¡Echapalante!", entrega que les valiera llamar la atención de muy distintos públicos.
En 2020, el grupo comenzó a publicar un nuevo material discográfico conformado por tres diferentes EPs –Tze, Ome y Yei Ollin-, los cuales parten del concepto de movimientos musicales, es decir: sus partes pueden escucharse de manera independiente pero tienen una lógica que las vincula.
‘Vibración por simpatía, Tze Ollin’, cuyo sencillo “Diablos” está primeramente basado en la música de la comunidad afromexicana de Guerrero y Oaxaca, pero que logró hacer salir de sus cuevas a muy distintos demonios de toda América Latina. Entre jarabes, chilenas, puntas garífunas y muchos estilos más, este primer EP da cuenta del amor a la música y la tradición profesado por Sinuhé Padilla.
El segundo movimiento, Ome, comienza con conformado por los temas “Coplas de un desierto testigo” y “El Wall”. “Coplas de un desierto testigo” es un canto entonado por la reconocida coplera Mariana Carrizo y que solo se hace acompañar por una sutil percusión y el viento del desierto; mientras que “El Wall” es una fusión de cumbia jarocha y hip-hop a la que se sumó una de las voces más activas de la resistencia actual: Anita Tijoux. En conjunto, representan una profunda visión de todo lo que circunda al malamente famoso muro con el que se pretende dividir a México y Estados Unidos.