Donald Trump regresó este miércoles a la Casa Blanca para un encuentro con el presidente Joe Biden, quien lo invitó tras la reciente derrota electoral de la vicepresidenta Kamala Harris. En un contexto de gran tensión política, el mandatario demócrata se comprometió a un traspaso de poder pacífico y a la cooperación en temas internacionales, incluyendo el conflicto en Ucrania. “Él cree en nuestras instituciones”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, al referirse a la invitación a Trump.
El republicano visitará también el Capitolio, un sitio con una carga simbólica especial desde los disturbios de enero de 2021, cuando simpatizantes de Trump intentaron impedir la certificación de la victoria de Biden. Esta reunión, prevista en el despacho oval a las 11:00 horas, ha captado la atención internacional, pues representa una revancha para Trump y una situación desafiante para Biden, quien busca evitar el desmantelamiento de su legado.
En este marco, Trump aprovechó para anunciar algunos de los nombres clave de su próximo gabinete, incluyendo a Elon Musk y Vivek Ramaswamy como líderes del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental. Según la declaración de Trump, este nuevo departamento busca reducir el gasto federal y simplificar la estructura burocrática. “Juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca restrictivamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructure las agencias federales”, expresó Trump en un comunicado.
En el ámbito de seguridad, Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur, encabezará el Departamento de Seguridad Nacional, un puesto de relevancia en la protección de fronteras y la gestión de desastres naturales. Además, el congresista Michael Waltz, exoficial de las fuerzas especiales, asumirá como asesor de Seguridad Nacional, y el senador Marco Rubio se perfila como jefe de la diplomacia. Ambos son conocidos por su postura crítica hacia China, aunque no se les considera aislacionistas, a pesar de que Trump mantuvo amenazas de reducir la presencia en la OTAN.
La invitación de Biden restablece una tradición que Trump rompió en 2020 al negarse a recibir al demócrata y a asistir a su investidura. En contraste, el expresidente Barack Obama sí recibió a Trump en la Casa Blanca tras su victoria en 2016. Durante la semana previa, Trump ha estado en su mansión en Florida, perfilando los integrantes de su equipo y afinando los objetivos de su administración, que contempla políticas de aislamiento, endurecimiento migratorio y aranceles generales. El mundo observa expectante los primeros pasos del nuevo mandato.
En el ámbito legislativo, los republicanos lograron recuperar el control del Senado y, al parecer, mantendrán la mayoría en la Cámara de Representantes, fortaleciendo la posición de Trump y de su partido en el Congreso.
