A menos de dos semanas de los comicios del 5 de noviembre, Kamala Harris celebrará su cumpleaños 60 en medio de una intensa campaña electoral contra Donald Trump, quien, a sus 78 años, busca la reelección. La competencia entre ambos está reñida, con encuestas que los colocan en un empate técnico. El 22 de octubre, ambos políticos coincidirán en Pensilvania, estado crucial para definir el rumbo de la elección, ya que otorga un número significativo de delegados electorales.
La edad de los candidatos ha sido un factor destacado en esta campaña. Joe Biden, de 81 años, decidió retirarse de la contienda después de enfrentar críticas por su capacidad mental, especialmente tras un desastroso debate contra Trump. Harris, quien asumió el liderazgo del Partido Demócrata, ha cuestionado abiertamente las aptitudes de Trump, señalando que el republicano "elude debates y cancela entrevistas por agotamiento". En un evento en Atlanta, Georgia, la vicepresidenta sugirió que Trump no puede sostener ideas coherentes cuando habla en público.
En respuesta, el expresidente reafirmó su buen estado de salud, citando un informe médico que lo describe como "perfectamente apto" para asumir nuevamente la presidencia. Trump también intensificó su presencia en Pensilvania, estado que ha llamado decisivo para ganar las elecciones: "Si ganamos Pensilvania, ganamos todo el maldito asunto", declaró en un mitin reciente.
Ambos candidatos han recibido el apoyo de figuras públicas. Harris, por ejemplo, contó con la participación de Lizzo en un evento en Detroit, donde la cantante proclamó que el país está listo para tener su primera presidenta, una declaración que fue recibida con entusiasmo. Usher, una de las estrellas más reconocidas de Atlanta, se unió a la campaña de Harris, instando a los votantes a llevarla a la victoria en Georgia.
Por su parte, Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, ha sido uno de los principales aliados de Trump. Musk realizó varios eventos en Pensilvania, donde anunció que distribuirá un millón de dólares diarios a electores que respalden la candidatura del republicano hasta el día de las elecciones.
La batalla por la Casa Blanca está lejos de decidirse, y ambos bandos están concentrando sus esfuerzos en movilizar a los votantes en estados clave como Pensilvania y Georgia. Con el apoyo de celebridades y figuras empresariales, tanto Harris como Trump buscan consolidar su base electoral en esta recta final de la campaña.
