Durante el fin de semana del Día de los Caídos en Guerras, una serie de poderosas tormentas devastaron el centro y sur de Estados Unidos, causando al menos 21 muertes y dejando tras de sí un amplio rastro de destrucción.
Estas tormentas afectaron a Texas, Oklahoma, Arkansas y Kentucky, coincidiendo con una ola de calor récord que se extendió desde el sur de Texas hasta Florida.
Los meteorólogos advirtieron que las condiciones climáticas severas podrían trasladarse hacia la costa este el lunes, recomendando a millones de personas que permanecieran alertas.
En Kentucky, el gobernador Andy Beshear declaró un estado de emergencia y confirmó cuatro muertes en diferentes condados. Entre los fallecidos se cuentan cuatro personas en el condado Cooke, Texas, debido a un tornado que arrasó un parque de casas rodantes, y ocho muertes en Arkansas.
En el condado Mayes, Oklahoma, dos personas perdieron la vida y varios invitados a una boda al aire libre resultaron heridos.
La comunidad de Charleston, Kentucky, sufrió un fuerte impacto la noche del domingo, cuando un tornado arrasó la zona dejando numerosas casas destruidas y sin electricidad. Rob Linton, residente de Charleston, describió la escena como un "enorme desastre" con árboles caídos, casas desplazadas y cables eléctricos derribados.
Nick Bailey, director de Gerencia de Emergencias del condado Hopkins, informó que áreas rurales ya afectadas por el tornado de 2021 fueron nuevamente devastadas el domingo. "Había muchas personas que recién volvían a recuperar sus vidas y luego pasa esto", comentó Bailey.
El tornado de diciembre de 2021, que atravesó ocho condados del oeste de Kentucky, mató a 57 personas. Beshear, quien ha visitado la zona en múltiples ocasiones, afirmó que "pudo haber sido mucho peor" y elogió la resiliencia de los habitantes de Kentucky.
Desde el sábado, los tornados han arrasado la región conocida como las Grandes Llanuras del sur de Estados Unidos, comenzando en el norte de Texas y avanzando hacia el este, pasando por Arkansas y Oklahoma.
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS) contabilizó 25 tornados solo el sábado, y las tormentas continuaron desplazándose hacia la costa del Atlántico el lunes, con posibles tornados aislados desde la región de los Grandes Lagos hasta el sureste del país.
En Louisville, una persona murió debido a la caída de un árbol sobre su casa. Las impactantes imágenes capturadas por cazadores de tormentas muestran la fuerza destructiva de los tornados, lanzando secciones de tejados por los aires y provocando cortocircuitos en los tendidos eléctricos.
Las labores de rescate y los servicios de emergencia continúan en la región, mientras miles de personas permanecen sin electricidad. Las tormentas también afectaron la famosa carrera de las 500 Millas de Indianápolis, que se retrasó cuatro horas el domingo debido a las condiciones climáticas, obligando al público a buscar refugio.
La devastación provocada por estas tormentas ha sido extensa, y las comunidades afectadas están comenzando el arduo proceso de recuperación. La prioridad ahora es restaurar los servicios básicos y brindar apoyo a las personas que han perdido sus hogares y seres queridos. Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y preparada ante posibles nuevos eventos climáticos severos en los próximos días.
