Un oficial de policía de Nueva York, identificado como Jonathan Diller, fue fatalmente tiroteado el pasado lunes durante una operación de parada de tráfico en Queens.
Diller, quien tenía tres años de servicio en el departamento y formaba parte del Equipo de Respuesta Crítica, se encontraba junto a otro oficial en el vecindario de Far Rockaway cuando observaron un vehículo estacionado ilegalmente en una parada de autobús.
Al acercarse al vehículo, el pasajero se negó a salir y apuntó un arma a los oficiales, desencadenando un intercambio de disparos en el que Diller resultó gravemente herido.
A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Diller falleció en el hospital horas después del incidente.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, condenó el acto de violencia sin sentido, describiéndolo como un trágico ejemplo de la falta de respeto por la seguridad de la ciudad. Los autores del crimen, quienes ya tenían antecedentes por delitos relacionados con armas, fueron detenidos, siendo uno de ellos el presunto autor del disparo que acabó con la vida de Diller.
El conductor del vehículo tenía numerosos arrestos previos, lo que llevó al alcalde Adams a señalar que este incidente refleja un problema más amplio que va más allá de la delincuencia, sino que involucra aspectos de residencia y seguridad pública.
El presunto autor del disparo, un hombre de 43 años, también resultó heridoen el tiroteo y fue sometido a cirugía, aunque se espera que sobreviva.
El automóvil implicado en el incidente, donde se encontró el arma utilizada,fue recuperado como evidencia. Jonathan Diller, quien recibió cuatro reconocimientos departamentales durante su servicio, fue recordado como un héroe que sacrificó su vida en nombre de la seguridad pública. Tanto el presidente del condado de Queens como el comisionado de la policía de Nueva York expresaron sus condolencias a la familia y colegas de Diller, destacando su valentía y sacrificio en el cumplimiento de su deber.
