El presidente de Estados Unidos presentó un amplio proyecto de ley de inmigración que incluye una vía para obtener la ciudadanía de unos 11 millones de indocumentados en el país, denominado "Ley de Ciudadanía de 2021".
El proyecto de ley fue que enviado hoy mismo al Congreso como parte de su compromiso de "modernizar" el sistema de inmigración deberá recibir al visto bueno de ambas cámaras legislativas, dominadas por los demócratas.
De ser aprobado, el proyecto legislativo de Biden pretende administrar y proteger de "manera responsable" la frontera, mantener a "familias y comunidades seguras y administrar mejor la migración en todo el hemisferio", señaló un comunicado.
Los inmigrantes podrán conseguir un estatus legal temporal que les dará la opción de alcanzar cinco años después el permiso de residencia ("green card" o tarjeta verde) , si cumplen una serie de requisitos como carecer de antecedentes penales y pagar sus impuestos.
También comtempla a importante grupo de migrantes, los menores que llegaron al país siendo niños de la mano de sus padres, también indocumentados y conocidos como "soñadores", así como los amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), en su mayoría centroamericanos, y los trabajadores agrícolas inmigrantes, podrá aspirar a una residencia legal de "inmediato" y tres años más tarde a la ciudadanía, destacó la nota.
Para evitar una avalancha de inmigrantes, el proyecto de ley establece que esta medida afectaría a los inmigrantes que estén "físicamente presentes en los Estados Unidos el 1 de enero de 2021 o antes".
Los deportados durante la presidencia de Trump, desde el 20 de enero de 2017, y que estuvieron físicamente presentes durante al menos tres años antes de la expulsión pueden solicitar el mismo beneficio por "unidad familiar y otros fines humanitarios", pero ya ese proceso dependerá del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para el que Biden ha nominado al cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas.
El senador demócrata Bob Menendez anunció este mismo miércoles que encabezará el esfuerzo legislativo en la Cámara Alta por la aprobación de este proyecto de ley y lo presentará a sus colegas para conseguir un sistema migratorio "justo, humano y funcional".
En la Cámara Baja el proyecto de ley estará patrocinado por la congresista hispana Linda Sánchez, quien dijo en un tuit que se ha esperado demasiado para esta reforma, por lo que no piensa perder el tiempo para ponerse "manos a la obra" para conseguirla.
Otra de las aspiraciones de la ley será la reunificación familiar, dando especial importancia a los grupos familiares LGBT y permitiendo igualmente a los inmigrantes con peticiones aprobadas de patrocinio familiar reunirse con sus seres queridos en Estados Unidos de forma temporal mientras esperan por las tarjetas de residencia.
La propuesta de ley incluye una provisión que prohíbe la "discriminación basada en la religión y limita la autoridad presidencial para emitir prohibiciones futuras" y aumenta las visas de diversidad de 55 mil a 80 mil.
Para intentar lograr el necesario apoyo republicano en el Senado, Biden incluyó además nuevos recursos en la frontera, su decisión de dejar de lado la construcción del muro en la frontera con México -la promesa electoral cumplida a medias por Trump- y apostar sobre todo por la "tecnología" para acelerar la detección del cruce ilegal de mercancías y estupefacientes.
La nueva propuesta pretende de igual forma destinar fondos para mejorar el "profesionalismo" de los agentes fronterizos y crear un comité para investigar posibles "malas conductas", y busca mejorar la atención de individuos, familias y menores bajo la custodia de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Biden firmó varias medidas ejecutivas que incluyen un decreto para devolver a Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el clima y otro que acabará con el veto emitido por el mandatario Donald Trump a la entrada de viajeros procedentes de varios países de mayoría musulmana.
En presencia de la prensa y sentado en el Despacho Oval mientras llevaba una mascarilla, Biden firmó las primeras tres órdenes ejecutivas de un total de 17: la primera para pedir a los estadounidenses que lleven tapabocas en todas las propiedades federales, la segunda para ayuda a comunidades marginadas y la tercera para devolver Estados Unidos al Acuerdo de París.