• 09 de Mayo del 2024

Antorcha ilumina a los migrantes: padre Gustavo Rodríguez

Avanza la Caravana de la Antorcha Guadalupana por los municipios del estado de Puebla; llegará a NYC

 Con un llamado a orar por los migrantes, por las familias de los enfermos y fallecidos por Covid-19 y por los desempleados, el padre Gustavo Rodríguez Zárate, reibió la Antorcha Guadalupana en la párroquia de la Asunción, en la capital de Puebla.
"A partir del 13 de septiembre, las comunidades expulsoras de migrantes nos pidieron que la antorcha pasara por ahí; tienen muchos enfermos y algunos difuntos, además de los desempleados. Nececitan esperanza y consuelo", explicó.
El sacerdote, integrante de la Pastoral de la Movilidad Humana, explicó que se decidió cambiar el nombre de la carrera por "Caravana de la Antorcha Guadalupana", en virtud de que se desarrollá sin corredores, como medida preventiva de contagios de Covid-19.
Cada año, los corredores recorren los principales estados expulsores de migrantes, hasta llegar a su destino en la ciudad de Nueva York el 12 de diciembre.
Esta vez, aunque la caravana estaba en riesgo, los feligreses solicitaron no se suspendiera, pues las comunidades expulsoras necesitan esperanza y consuelo ya que hay quienes han perdido a sus familiares por el virus, pero en su mayoría desconocen el paradero de sus familiares.

sacerdote
Rodríguez Zárate recordó que la caravana migrante se quedó atorada en Guatemala y hay más de 60 mil personas d eorigen centroamericano en el país, por lo que llamó a la feligresía pedir y apoyarlos, pues muchos vienen con niños pequeños así como hay mujeres embarazadas.
El sacerdote aseguró que no debe haber fronteras, ni muros, sino crear puentes sin importar el origen o creencia, ni discriminar a nadie, pues al final todos son hijos de Dios.
Con una conciencia social heredada desde la cuna, aprendida de su papá, líder obrero, y enriquecida con la esencia propia de una vocación rebelde, el padre Rodríguez Zárate cumplió en mayo, 47 años desde su ordenación como sacerdote, en un camino de servicio que ha dedicado a las causas de los más débiles, entre ellos, los migrantes y los indígenas.
Cuando empezaba a trabajar con la Asociación Tepeyac de Nueva York comenzó con la Carrera de la Antorcha Guadalupana en 2000, "de ahí no la solté hasta ahora que se va a suspender", por la emergencia del Coronavirus.