Al participar en el arranque del programa “1,000 Calles” del ayuntamiento capitalino, en el cual el Gobierno del Estado aportó 50 millones de pesos, el gobernador Miguel Barbosa Huerta destacó que en la entidad quedaron atrás las obras suntuosas para dar paso a las sociales, pues subrayó que la deuda es con la gente que menos tiene y que las autoridades deben ir juntos por Puebla.
Desde la colonia Villa Frontera, el mandatario resaltó que su gobierno trabaja y apoya a los municipios sin distingos partidistas; además de que su administración es austera y cumplida con las y los poblanos.
Barbosa Huerta puntualizó que el gobierno estatal cierra el año con una inversión de mil 300 millones de pesos, los cuales servirán para obras de construcción de carreteras, caminos, puentes y bulevares, y la reconstrucción de hospitales en todo el estado.
Destacó que estas acciones de infraestructura social han sido concretadas porque la población tiene un gobierno estatal ordenado y con finanzas sanas, lo cual también ha permitido que no se adquiera deuda.
Por último, el gobernador reiteró el compromiso de su administración por acercar e invertir el dinero público en obras sociales, especialmente en aquellas acciones que requieren las personas más necesitadas.