La Semana Santa ha comenzado en Puebla con una muestra de profunda fe y unidad, al reunir a cientos de feligreses este domingo 13 de abril en la Basílica Catedral, durante la celebración del Domingo de Ramos.
La ceremonia fue presidida por los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Puebla, Monseñor Tomás López Durán y Monseñor Francisco Javier Martínez Castillo, quienes guiaron la procesión y la bendición de ramos, en recuerdo de la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.
Con el lema “Domingo de Ramos, inicia la Semana Santa: Triunfo del Amor”, se dio paso a una de las celebraciones religiosas más importantes del año, que no solo representa el corazón del mensaje cristiano, sino que también convoca a familias, comunidades y peregrinos en una expresión masiva de espiritualidad y devoción.
Durante los próximos días, la Catedral de Puebla será punto de encuentro para miles de fieles que participarán en los actos litúrgicos que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Actividades destacadas de la Semana Santa 2025 en la Catedral:
Domingo de Ramos (13 de abril)
9:30 AM: Bendición de ramos, procesión y celebración eucarística
Lunes Santo (14 de abril)
8:00 AM a 20:00 HRS: Jornada Penitencial con espacios de confesión
Martes Santo (15 de abril)
11:00 AM: Misa Crismal y renovación de promesas sacerdotales
Se bendecirán los óleos sagrados:
Óleo de los Catecúmenos
Óleo de los Enfermos
Santo Crisma
Jueves Santo (17 de abril)
12:00 HRS: Lavatorio de pies
19:00 HRS: Institución de la Eucaristía
Viernes Santo (18 de abril)
10:00 HRS: Viacrucis
12:00 HRS: Meditación de las 7 Palabras y Procesión de Viernes Santo
17:00 HRS: Santos Oficios
18:00 HRS: Rosario de Pésame a la Virgen
19:00 HRS: Procesión del Silencio
Sábado Santo (19 de abril)
23:00 HRS: Solemne Vigilia Pascual
Domingo de Resurrección (20 de abril)
10:00 HRS: Misa de Pascua
La Arquidiócesis de Puebla hace un llamado a la comunidad a vivir intensamente estos días santos, que no solo marcan la culminación del camino cuaresmal, sino también el momento más significativo de la vida cristiana: el triunfo del amor sobre el pecado y la muerte.