La excomandante Verónica Chávez, excomandante ministerial relacionada con la detención de la periodista Lydia Cacho en 2015, demandó por daño moral a la periodista por daño moral, a quien le exige la reparación económica y una disculpa pública.
Chávez, quien obtuvo un amparo para evitar ser buscada por la justicia por el delito de tortura durante el traslado de Cacho de Cancún a Puebla el 17 de diciembre 2005, acusó que ha sido discriminada, perseguida y juzgada injustamente.
Chávez negó aplicar tortura a la escritora, pues es una de las mujeres policías que escoltaron a la periodista desde la caseta de La Esperanza, donde cambiaron lugar con elementos de Cancún.
La expolicía indicó que a raíz de la difusión de este caso, no ha tenido oportunidades de trabajo, ha sido señalada como torturadora y otra serie de descalificaciones que le han causado un severo daño moral.
Por ello, dijo en una rueda de prensa en la capital poblana, al igual que Lydia Cacho exige justicia y el respeto a sus derechos humanos.
Desde el año pasado, la exsevirdora pública ganó un amparo, por el cual la justicia federal la absolvió.
El abogado José Luis Ramírez Téllez, representante legal de Verónica y de los demás agentes judiciales poblanos investigados, informó que la semana pasada inició el procedimiento de tipo civil contra Cacho, debido a que la exagente perdió su empleo y tuvo distintas afectaciones a su vida tras ser señalada.
Detalló que la exagente acusa a la periodista de haberle provocado un daño moral, psicológico y económico, al implicarla en el caso de tortura, y la demanda podría avanzar satisfactoriamente, puesto que Verónica y su compañera María Irene participaron en el traslado, pero no cayeron en tortura ya que sólo dieron alcance al vehículo con el que se le trasladaba en la zona de la caseta de Esperanza, Puebla.
El 16 de diciembre de 2005 Lydia Cacho fue detenida acusada de difamación y calumnias, luego de la publicación de su libro “Los Demonios del Edén”, en el cual denunció la existencia de una red de pederastia encabezada por el empresario Jean Succar Kuri, en donde también salió el nombre de Nacif Borge.
La detención de Lydia Cacho ocurrió en Quintana Roo y fue llevada a Puebla vía terrestre. En el trayecto, la periodista contó que fue torturada psicológicamente por los oficiales, quienes amenazaban con abusar de sexualmente de ella.
En su testimonio, la periodista mencionó que cuando llegaron a Puebla, el trámite de su propuesta fue lento y tortuoso. La encerraron en un “calabozo inmundo” y le tomaron fotos desnuda al lado de un cuarto lleno de policías judiciales con una mampara transparente de por medio. El 17 de diciembre, a las 15:00 horas, salió libre luego de pagar una fianza de 70 mil pesos en efectivo.