• 07 de Diciembre del 2024
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Una foto, mi presi: crónica de Claudia y Alejandro en la Mixteca

Octavio Nava

“Te acuerdas que te dije que ibas a ser gobernador”, le dijo un hombre al candidato morenista en Izúcar, su tierra natal

 

Álvaro Ramírez Velasco

 

Izúcar de Matamoros, Puebla.- En esta, la Puerta de la Mixteca, ya casi nadie llamó este domingo a la candidata presidencial por su nombre, su apellido o su título doctoral; muchas mujeres y muchos hombres le pedían las fotos, firmas en gorras, libretas y sombreros o le entregaban documentos, aludiéndola como “presidenta”.

Mi presi, por favor una foto”, le pidió una mujer que abrazó con intensidad a Claudia Sheinbaum, cuando caminaba al lado de Alejandro Armenta, por el callejón Francisco I. Madero, tras finalizar la concentración en el zócalo de este poblado, en donde el abanderado a la gubernatura nació hace 54 años.

Aunque dejó este municipio muy pequeño, antes de cumplir la primera década de edad, al quedar huérfano de madre, Alejandro se reconoció en su discurso, en el arranque masivo de su campaña, como un mixteco orgulloso de esta que es “mi tierra y la tierra de mi padre”.

 

 

Exactamente 41 minutos llevó a Claudia y Armenta llegar al templete, desde la entrada del zócalo, donde los dejaron los vehículos, por tantas personas que saludaron a su paso. El aforo, según calcularon los organizadores, fue de 25 mil asistentes.

Con un intenso sol primaveral y una temperatura de 31 grados centígrados, los recibió esta población, una de las que más migrantes tiene en Estados Unidos, país en el que las cifras oficiales han establecido que hay al menos 2.5 millones de poblanos y poblanas.

En el acto de arranque masivo de campaña de Armenta a la gubernatura, sólo Claudia y el candidato tomaron el micrófono:

La presidenciable llamó a apoyar la continuidad de la Transformación e impedir que la corrupción del pasado, de quienes intentan regresar al poder, se apropie del país.

 

 

Sheinbaum ofreció proteger a los migrantes desde el Gobierno de México, cuando llegue a la Presidencia de la República, pues consideró que no solamente son el sustento de muchos hogares en esta región Mixteca, en Puebla y México, sino también son vitales para la economía de Estados Unidos.

En este municipio y distrito electoral, del que ella fue coordinadora en 2012, en la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, Claudia evocó la lucha zapatista que también puso sus pasos en esta región poblana, que hace frontera con el estado de Morelos.

Aseguró Claudia Sheinbaum Pardo que Alejandro Armenta será el próximo gobernador y que Morena y la Cuarta Transformación seguirán gobernando Puebla.

 

 

EN CASA

Alejandro, en su oportunidad, se refirió a su origen en esta ciudad y evocó su partida, siendo muy niño, hacia Acatzingo, para ser criado por su abuela Cholita.

Apenas pasados los 20 años de edad, sería el presidente municipal de Acatzingo y comenzaría así una carrera política, cuya meta temprana fue ser el gobernador de Puebla, cargo por el que hoy compite.

Desde la tribuna política, este domingo, Armenta se dio unos minutos para agradecerle a su padre por estar presente y, en una alegoría, decirle que ojalá tenga algún día 10 por ciento de la paciencia y la humildad de su padre, Rafael Armenta.

Los discursos fueron breves, la concurrencia abundante. Al terminar, Alejandro y Claudia salieron por el callejón Francisco I. Madero, uno de los que nace de la bifurcación conocida como La Tijera, un pasaje comercial aledaño al zócalo.

Ahí, entre otros comercios de comida, productos de piel, zapaterías y paleterías y una farmacia naturista, está la Casa Armenta. Un letrero anuncia que ahí se venden artículos deportivos, pero hoy ofrece también regalos y papelería.

A su paso entre la gente, Armenta le señaló con énfasis a Sheinbaum el establecimiento que está en una casa de tres niveles.

A la candidata presidencial la tomó con suavidad del hombro y ella interrumpió sus saludos a la gente, para observar la Casa Armenta.

Han pasado tres generaciones que han trabajado en ese negocio, desde el abuelo de Alejandro, Ponciano; su padre Rafael y su tío Raúl, y hoy lo atiende una sobrina del senador con licencia, con su esposo.

 

TE ACUERDAS

Los dos candidatos continuaron su camino. A Claudia ya casi nadie le llamó por su nombre. El “presidenta” o “mi presi” fue más común.

Un hombre anciano detuvo a Alejandro a su paso: “Te dije que ibas a ser gobernador… ¿Te acuerdas? Te lo dije… Se lo dije”, encaró con amabilidad al candidato, mientras lo tomaba de la mano.

Que Dios te escuche”, le respondió él.